Enemigo No. 4: no acordarte del "ANIMAL"
Quise agregar un título cómico para llamar tu
atención.
La verdad es que algunas veces por más consejos,
por más conferencias, por más oración y ayuno; y por más iglesia y lectura
bíblica que tengamos, a veces (no todo el tiempo, pero a veces) terminamos
haciéndolo peor: lo que no agrada a Dios. ¡Oh, blasfemia! ¿Acaso estoy diciendo
que ni la oración, el ayuno, la lectura bíblica y asistencia a una iglesia, no
funcionan?
NO, estoy diciendo que A VECES, a pesar de todo lo
que hacemos: terminamos haciendo lo malo. Por eso, digo acuérdate del
"animal"... así le llama el Apóstol Pablo en el Nuevo Testamento: el
hombre animal u hombre carnal.
Hay una parte de nosotros que es animal, sobre todo
si no hemos sido regenerados por Cristo; y esta parte “animal” es por lo cual,
a veces, parece como si no tuviéramos sentimientos, pensamientos, esperanzas,
valores, etc. No lo digo yo porque se me haya ocurrido llamar a nadie
"animal", sino que las escrituras lo dicen, en 1 Corintios 2:14 y en
otros pasajes del Nuevo Testamento, se deja en claro que tenemos una parte de
nuestro ser que no quiere ser domada: ni se quiere someter a nada bueno, a nada
puro, a nada santo, a nada amable, a nada que tenga esperanza y futuro, al
amor, en fin a nada que venga de Dios.
Agrégale a la parte "animal" la falta de
todo lo arriba mencionado, la carencia de todo cuidado espiritual, la
negligencia en la educación, tanto general como matrimonial, ¡imagínate! ¿Has
visto hombre y mujeres que parece que no sienten, no aman, no piensan, y no
tienen el más mínimo temor de dañar y lastimar a otros, o a ellos mismos? Por
favor, si me dices que no es verdad, voy a tener que llevarte a recorrer
algunos lugares que he conocido.
La parte animal de nuestro ser no es pretexto para
fallar, sin embargo, lo menciono para que sepas de donde vienen las
debilidades. Recuérdalo, si crees en Dios, entonces sabes que existe un
"diablo" o sea un adversario de tu vida espiritual y tu matrimonio.
Este adversario no es ni omnipotente, ni omnipresente (no está en todo lugar),
ni omnisciente (no lo sabe todo, no conoce tus pensamientos).
Así que es mentira que el "Diablo" anda
correteando a todos los matrimonios del mundo. Es verdad que la Biblia dice que
este adversario anda buscando a quien devorar, pero para devorar a alguien
tienes rimero que atraparlo, y es por eso, que lo que hace este adversario es
crear trampas y dejarlas ahí, para que tu caigas y a veces sin darte cuenta.
Sus trampas van a apelar a tu parte animal, no a la parte espiritual.
Negligencia, apatía, pereza, ira, odio, lascivia, pornografía, una vida doble
son trampas del adversario. Una vez que caes, serás presa fácil para poder
devorarte, acabar con tu vida y tu matrimonio.
No hay manera en esta vida de eliminar esa parte de
tu ser. Si alguien me dice lo contrario, me encantaría que me lo comprobara con
su propia vida. Podrá alguien ser perfecto en un área, pero será imperfecto en
otra y es precisamente para la parte imperfecta del hombre y la mujer para la
cual hay trampas por aquí, y por allá, visibles y escondidas. Así que,
acuérdate que hay una parte de ti que pudiera caer en una de esas trampas. Y si
ya caíste, si hay algo en tu matrimonio que está siendo afectado por causa de
esos errores que has cometido, entonces hay que arreglarlos con Dios, contigo
mismo, con tu pareja y con la sociedad, si es necesario.
Te voy a poner un ejemplo. Panchito es un
"varón perfecto", casi lleno de gracia y virtud. Trata a su mujer de
maravilla, aparenta ser un marido excelente, todo marcha bien, en apariencia,
pero en lo secreto, Panchito el "varón perfecto" es adicto a la
pornografía en el internet. Nadie lo sabe. Sólo Panchito y Dios. Ahora, tú, que
estás leyendo, dime: si Panchito aparenta ser perfecto, y hasta se la lleva
metido en una iglesia, ¿tú crees que esa adicción secreta, no le afectará en su
vida personal y matrimonial tarde o temprano? Tal vez lo oculte muy bien, pero
en cualquier momento puede "saltar la liebre". Tal vez se presente a
su vida alguna chica dispuesta y Panchito le de rienda suelta a sus
"fantasías" y la chica lo acepta. Hasta aquí todo sigue en secreto,
pero llegará el momento en que su esposa lo descubra (o alguien más), y le
cause esto graves problemas a Panchito en su matrimonio, en su vida personal,
espiritual, social, laboral, etc. ¿Me entiendes? Pero para no irnos tan lejos,
¿qué tal si la esposa de Panchito descubre su adicción, o uno de sus hijos, o
su empleador en el trabajo?
Es verdad
que hay una parte de nosotros que no quiere nada bueno, ni nada que venga de
Dios, pero no se trata de ocultarla o mitigarla, sino de ser sinceros con
nosotros mismos y HACER ALGO, o pedir ayuda, cuando la parte "animal"
nos este "jalando" hacia una trampa segura.
Si has
caído, arrepiéntete, aléjate, no peques más. El que conoce a Dios no piensa en
pecar y luego arrepentirse como si fuera un juego, sino que mira todas estas
cosas con un VERDADERO TEMOR, y no "un temor reverente"; SINO UN
VERDADERO MIEDO A PERDER TU MATRIMONIO, TU VIDA, TU SALVACIÓN Y TU VIDA
ETERNA....de que la puedes perder, la puedes perder (y tu matrimonio también).
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