El efecto Coriolis en realidad no hace que el agua gire en diferentes direcciones al drenar inodoros y bañeras. El efecto Coriolis afecta a grandes masas de agua, y puede alterar las corrientes oceánicas y los sistemas climáticos, pero es demasiado débil como para afectar el agua de drenaje. En realidad, la dirección en la que se desplaza el agua que se drena no cambia según el hemisferio.
