En Pullman, Washington, Andrew Cain de 19 años tomó su propia vida luego de que la Policía usara las redes sociales para agredirlo.
Cain había faltado a una audiencia en la corte y el ciber-acoso de la Policía comenzó a través de Facebook.
Cain estaba citado por uso de sustancias ilícitas y no se presentó. El oficial encargado de su caso en la Oficina del Sheriff de Latah County, en Idaho, publicó una foto del muchacho en la página de Facebook de la Oficina del Sheriff, con un mensaje que lo declaraba el más buscado del mes de junio y lo felicitaba por ese logro. También hubo mensajes del oficial al adolescente en el que se burlaba y lo molestaba.
Falsos rumores acerca de crímenes ficticios empezaron a circular en torno al joven y la gente comenzó a acosarlo, todo esto a partir de las publicaciones del oficial.
Su hermana pide, a través de los medios, que el oficial se disculpe. No lo culpa de la muerte de Andrew, pero tiene que admitir que abusó de su poder, para que incidentes como éste no vuelvan a ocurrir.
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