2024-05-07

Washington – Un cambio de política en un año electoral. La administración de Obama dijo que este viernes se detendrán las deportaciones de jóvenes indocumentados que fueron traídos a los Estados Unidos cuando eran niños, si estos cumplen ciertos requisitos. 

Los beneficiarios de la nueva política serán las personas menores de 30 años que llegaron a los Estados Unidos antes de tener 16 años. Estos jóvenes no deben representar una amenaza para la seguridad, es decir, deben carecer de antecedentes criminales. También se tomará en cuenta si han sido estudiantes meritorios o si llegaron a servir en el ejército, anunció el Departamento de Seguridad Nacional. 

Asimismo, esta nueva medida le  permitirá a todos aquellos que cumplan con los requisitos, solicitar permisos de trabajo, según el comunicado. El aplazamiento de la deportación inicial será por dos años, y los participantes deben estar en los Estados Unidos ahora y ser capaces de demostrar que han estado viviendo en el país durante al menos cinco años. 

Un estudio realizado en 2009, arrojó que 4 millones de niños eran hijos de ciudadanos  indocumentados. 

Esta medida responde a la preocupación principal de la comunidad hispana e imita algunas de las disposiciones de una propuesta demócrata llamada DREAM Act, que no ha podido ganar suficiente apoyo republicano para ganar la aprobación del Congreso. 

Obama ha sido criticado por los líderes hispanoamericanos por el aumento general de las deportaciones de inmigrantes ilegales en los últimos años. 

El cambio anunciado para este viernes "no es inmunidad, no es una amnistía", dijo el secretario de Seguridad Interior, Janet Napolitano, agregando que el cambio está "bien en el marco de las leyes vigentes" y "es simplemente lo que hay que hacer". 

Napolitano hizo hincapié en que el movimiento no proporciona un camino a la ciudadanía o la residencia permanente, y ha pedido al Congreso la aprobación de la propuesta DREAM Act. 

Los hispanos constituyen la población de más rápido crecimiento de los inmigrantes en el país, y el voto latino es considerado como un bloque crucial para la elección presidencial de noviembre.