Se ha realizado un estudio que concluye que los hijos de matrimonios que siguen una religión son más propensos a dejarla si sus padres se divorcian. Este material se publicó en la Revista de Estudios Científicos de la Religión, el cual indica que cuando padres religiosos se divorcian, sus hijos tienen dos veces más probabilidades de dejar de asistir a la iglesia de adultos, que los hijos de padres religiosos que no están divorciados.
“El divorcio tiene un efecto negativo sobre la religiosidad”, dijo Jeremy Uecker, de la Universidad de Baylor, autor del estudio: “Se está sobre la base de que el matrimonio de los padres era voluntad divina, y la interrupción definitivamente, afectará la religiosidad al llegar a la edad adulta”.
Estudios indicaban anteriormente una fuerte y directa relación entre el divorcio y futuras creencias del hijo, a lo que Uecker dice que “los estudios no tomaban en cuenta las creencias religiosas de los padres”. El investigador dijo que el divorció existe en personas de todas las religiones y se mostró como la separación afecta a los niños, pero en el caso de los matrimonios cristianos la pérdida de los padres contribuye a la pérdida de socialización y enseñanza en la religión.
El próximo objetivo de la investigación es identificar las razones de por qué el divorcio de los padres define de manera importante la formación de creencias a largo plazo.
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