1. Revisa tu estado de ánimo
El trastorno bipolar se caracteriza porque la persona experimenta
episodios de manía y depresión. En ocasiones estás en la cima -por así decirlo-
y en otras ocasiones están tan abajo, que crees que no podrás levantarte. En
inglés se conoce como “highs” ('altos' lo que los especialistas llaman “manía“)
y “lows” ('bajos' también conocido como depresión)
Durante
la fase maníaca, la persona bipolar puede alejarse completamente de la
realidad. Cuando el ánimo de la persona se eleva, experimenta cierta euforia y
creatividad. Este sería el estado "arriba" o "alto" de este
trastorno.
Según
John M. Grohol, Psy.D, un episodio maníaco se caracteriza por una extrema
felicidad e hiperactividad, la persona tiene poca necesidad de sueño y su
pensamiento es acelerado. Mientras que un episodio depresivo se caracteriza por
la extrema tristeza, falta de energía o interés en las cosas, la incapacidad
para disfrutar las actividades normalmente y sentimientos de impotencia y
desesperanza. En promedio, una persona con trastorno bipolar puede tener hasta
tres años de humor normal entre los episodios de manía o depresión.
¿Te
has sentido como en la descripción? Responde sinceramente.