2024-05-07
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Las causas de la depresión varían de persona a persona. Las causas pueden ser muy complejas debido a que interactúan una serie de factores, en la mayoría externos, que conducen a este estado anímico. Ocasionalmente, en combinación con otros elementos suelen ser la razón de por qué esta patología se consolida en la vida de las personas.

 

Las causas que originan esta enfermedad pueden ser a raíz de los siguientes factores:

 

Bioquímico: La depresión desde el punto de vista de la química cerebral se presenta mediante alteraciones en el balance de los neurotransmisores.  Estas sustancias son las que  sirven como puente de comunicación entre las neuronas.

 

Hereditario: Cuando hay una historia familiar de la enfermedad se tiene una mayor predisposición biológica de padecer esta enfermedad.

 

Ambientales: el factor ambiental llámese conjunto de circunstancias de la vida del individuo, suele ser la causa principal o bien un detonante para la aparición de esta afección.

 

Tratamiento de la depresión

Lo más importante es acudir a un especialista de salud mental para que el trastorno sea diagnosticado y tratado correctamente. Existen varias opciones para el tratamiento de la depresión, resaltando el uso combinado, cuando sea necesario, de farmacoterapia y psicoterapia, o solo exclusivamente psicoterapia si los psicofármacos no fueran necesarios.

 

Psicoterapia

La terapia individual busca que la persona pueda identificar el síntoma que presenta a través de relacionar y verbalizar sus miedos. Ayudándolo a confortar el problema y sea capaz de ir poco a poco tomando conciencia de lo que le ocurre, de modo que pueda superarse. Según el enfoque en el psicodinámismo cada sesión puede ser de una duración corta o prolongada en función  de los objetivos.

 

Es importante destacar que cada caso debe ser evaluado de manera específica debido a que a pesar de que los síntomas pueden ser aparentemente los mismos, cada persona tiene su propia historia, sus propios conflictos y dificultades que deben ser tenidos en cuenta en todo momento, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento de  los trastornos depresivos. Dependiendo de la gravedad de la enfermedad se recomendará o no ingreso hospitalario. 

 

Farmacoterapia: Hay varios tipos de medicamentos antidepresivos utilizados para tratar estos trastornos. Estos incluyen los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los tricíclicos ya los inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO).

 

Los ISRS, tales como la fluoxetina o la sertralina, reducen los síntomas  de la depresión  actuando sobre los niveles de serotonina. Suelen ser los fármacos de primera elección, aunque esto depende del tipo de depresión diagnosticada.

 

Los antidepresivos tricíclos son también efectivos en cuanto a reducir los síntomas depresivos, pero presentan fuertes efectos secundarios. Entre los tricíclicos encontramos por ejemplo la amitriptilina y la imipramina.

 

Los IMAO fueron los primeros antidepresivos existentes en el mercado. Son menos específicos y presentan fuertes efectos colaterales.

En ocasiones  el médico prueba una variedad de antidepresivos antes de encontrarse el medicamento o combinación de medicamentos más efectiva.

Es importante señalar que no es correcto ingerir medicamentos sin receta o en combinar con otros medicamentos sin consultar con su médico.


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