Existe
una gran preocupación por las enfermedades de transmisión sexual (ETS) en los adolescentes. La tendencia en los casos de ETS
entre los jóvenes de edades comprendidas entre 12 y 16 años de edad, no ha
parado de crecer, en especial aquellas relacionadas con la gonorrea y las
verrugas genitales.
En la
mayoría de los países, la edad más común de los jóvenes infectados con
enfermedades de transmisión sexual están comprendidas entre los 16 y los 18 años de edad. Esto es debido a la sociedad
en la que estamos viendo en estos días, donde el sexo es glorificado. Resulta muy
sorprendente ver que las generaciones de los más jóvenes están siendo
infectadas con este tipo de enfermedades de tradición sexual. Estas
enfermedades son transmitidas principalmente, a través de relaciones sexuales
sin protección, ya que la mayoría de los jóvenes no usan ningún tipo de
protección y esto hace que se propague con mucha rapidez este tipo de
enfermedades tan peligrosas.
Los casos de
infecciones con enfermedades de trasmisión sexual en aquellas personas entre 12
y 16 años de edad han aumentado
sustancialmente durante los últimos años, y es considerado como una de las
etapas más preocupantes entre los diferentes grupos de edad.
Entonces,
¿qué podemos hacer para luchar contra esta tendencia? En primer lugar, cada
joven debe ser consciente de lo importante que son las relaciones sexuales
seguras y tener información suficiente para no cometer un error.
Esta
información debe transmitirse por cualquier método posible y debe incluir temas
relacionados con los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual. Con
una completa información detallada acerca de los posibles síntomas como dolor
al orinar, la secreción genital, las ampollas o llagas en los genitales o cualquier
otro síntoma anormal que pueda parecer en el adolescente contagiado.
También es
importante informar a los jóvenes sobre todas aquellas pruebas que deben
realizarse si creen que están infectados por alguna enfermedad de transmisión
sexual. Los hogares tienen que ser conscientes de lo que se puede esperar en un
centro de pruebas para enfermedades sexuales para evitar cualquier temor a la
hora de ejercer una prueba. Para ello se les dará a conocer todos los tipos de
pruebas que se hacen en estos centros como análisis de orina, análisis de
sangre y las muestras de los genitales o la boca, ya que normalmente las
pruebas realizadas son normalmente tan simples como un examen físico.
Los jóvenes
deben conocer las diferentes opciones que tienen a la mano a la hora de hacer
una prueba para ser diagnosticado. Estas deben ser explicadas a fondo. Los jóvenes
tienen que estar informados acerca de la privacidad que las clínicas de este
tipo ofrecen a sus pacientes.
No obstante,
lo más importante es que debemos abrir los ojos de nuestros jóvenes, ya que así
podremos evitar la propagación de estas enfermedades de transmisión sexual
entre este rango de edad. En esta situación, el conocimiento es sin duda la
mejor defensa, y todos somos responsables de proporcionar a nuestros jóvenes
una educación adecuada.
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