El Whatsapp se ha puesto tan de moda como el Facebook o el Twitter. Pero es sorprendente la gran aceptación que ha tenido esta herramienta entre los más jóvenes, ya que es gratuito y, prácticamente no tiene límites.
La cifra de los usuarios de Whatsapp asciende a más de 300 millones en el mundo. Y es que el Whatsapp es muy práctico: puedes enviar mensajes, fotos, videos y hasta grabaciones de voz. Por esta razón, no nos sorprende que un individo antienda su Whatsapp más de 150 veces al día.
Los padres debemos tener mucho cuidado cuando nuestros hijos nos piden el teléfono móvil, ya que es precisamente para poder entrar al Whatsapp o para navegar en el facebook, que nos lo piden.
Pero ¿qué tiene de malo el Whatsapp?
En sí el Whatsapp no tiene nada de malo. El peligro está en el uso que nuestros hijos puedan darle.
¿Sabías que el Whatsapp ya es una red social? Esta herramienta puede ser bien útil para mantener comunicada la familia y amigos, pero también en Whatsapp existen muchas víctimas de acosos y amenazas. En Whatssap se difunden calumnias y se comparten fotografías sin autorización.
Es muy común ver fotos de adolescentes en estado de embriaguez o haciendo gestos sugestivos, de lo que luego se arrepienten al ver las consecuencias.
Sin embargo, el verdadero peligro del Whatsapp está en que a esta red social no se le exigen las mismas responsabilidades que a otras redes sociales. Es decir, no es un simple servicio de mensajería, como la gran mayoría de los padres piensan.
Por ejemplo, Facebook y Twitter están registradas como redes sociales y, por esta razón, deben cumplir con ciertas normas que están supervisadas por organismos especiales de los Gobiernos. Pero Whatsapp no está registrada como red social, por lo que su seguridad es dudosa.
El Whatsapp es fácil de hackear, si se tienen otros programas complementarios (no creados por la compañía Whatsapp), cualquier persona podría acceder a todo tu celular: agenda, correos, mensajes… Teniendo en cuenta que mchos padres utilizan notas para recordar en sus teléfonos, digamos números de cuentas bancarias, claves de acceso a otras cuentas... ¿Imagina que pasaría si su número llegase a caer en manos de un hacker? Hablamos de que hay personas dedicadas todo el día a tratar de descubrir estos datos.
Otra desventaja que tiene Whatsapp es que permite que un usuario se haga pasar por otra persona. Es decir, una persona te puede enviar un mensaje diciéndote que se llama Panchito, y resulta que es Panchita investigando qué tipo de relación tienes en realidad con su pareja.
Entendamos que Whatsapp es una comunidad abierta, la idea es que todos hablemos con todos. Es acá donde está el problema, que un tío del amigo, del amigo, de tu amiga puede conseguir tu número sólo dando “una vuelta larga”. A estas personas no les importa que les ocupe, sólo les interesa conseguir la información.
El Whatsapp facilita el acoso, al ser tan fácil de acceder al perfil de usuario: un extraño que tenga tu número de teléfono, simplemente Whatsapp lo acepta, y puede dejar expuesta la foto de tu perfil. Es muy fácil para un acosador obtener información. Esta persona puede saber cómo es tu hijo o hija físicamente, las horas que permanece conectado o conectada, la hora en que emite el último mensaje. Expertos aseguran que es difícil ocultar estas informaciones en un teléfono Android y menos si es chino, ya que son más permisibles.
Los padres deben conversar con sus hijos acerca de los peligros de las redes sociales. Niños menores de 14 años deben saber que no pueden darles sus datos personales a personas que creen conocer en la red. Al darse de alta en Whatsapp, los niños proporcionan sus nombres, su foto, su dirección... Y el peligro aumenta cuando comparten con sus grupos de amigos.
Otra cosa que preocupa a los padres es que no saben dónde va a parar toda esa información compartida: fotos, videos, textos de los mensajes privados. No se sabe a ciencia cierta si esta compañía guarda copias de la información enviada; y si es así, ¿dónde está alojada? ¿Cuáles son los niveles de seguridad para proteger esa información?
Los padres deben ser cautos y alertar a sus hijos de los peligros de utilizar las redes sociales. Enséñeles a tener pendiente la información que está comprometiendo si utiliza Whatsapp. Enséñeles a protegerse, a cuidarse y ser prudentes.
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