El enfermero sale rápidamente
Después de este acontecimiento, vinieron personas que nos decían que tuviéramos fe, que Dios podía sanar a la niña. Una de ellas, una ancianita gringa, que hablaba español, me trajo comida y me pidió que le abriera mi corazón a Jesús. No estoy segura si lo hice o no, lo que si recuerdo es que después de la oración, me sentí livianita y la ancianita me dijo que ahora yo era una hija de DIOS, y que Él ahora era mi Padre; que Jesús, estaría a mi lado, y que Él haría un milagro en la niña. También, una empleada del hospital, mexicana que hacia la limpieza, me daba unas hojas de papel con unas fotos de bebés y con unas palabras muy bonitas que ella decía: ― "bajaba" del internet, de ese internet de ustedes del -Facebook ese-..
El enfermero sale rápidamente del cuarto y en eso, entra un doctor (que parece que no vio al enfermero que salía) y con voz fría y actitud de metal; como si se lo supiera de memoria, mira unos papeles diciendo: ―"...lo siento mucho, no pudimos salvar a la pequeñ...".