2024-05-07
 

A lo largo de un embarazo, los órganos internos de la mujer se van acomodando a medida que el bebé crece.  

Por ejemplo, la vejiga reacciona mucho antes de que se note tu embarazo: se llena mucho más rápido debido a la progesterona que afecta los esfínteres de la vejiga. Es realmente increíble cómo funciona el cuerpo humano, ya que la función de esta hormona es la de calmar al bebé para que crezca sin ser molestado. Lo malo es que esta se esparce por todo el cuerpo, y ya no tenemos control de los esfínteres. Tú única solución que debes estar siempre cerca, muy cerca de un baño. Otra cosa es que al orinar, levanta un poco la panza para dejar que tu vejiga se vacíe por completo.  

Por favor, no disminuyas la cantidad de líquidos: DEBES tomar mucha agua.

Otro órgano afectado es el estómago. Este es el más afectado porque se encuentra en la peor posición. Aunque no lo creas, la capacidad de tu estómago será mucho menor. Cuando tu bebé llegue a las 34 semanas y suba de peso, tu estómago sólo podrá asimilar la mitad de lo que comes normalmente; aunque tengas un gran apetito.

Notarás que el ácido gástrico sube y te provocará acidez. LO PUEDES VER EN EL VIDEO 

Lo que puedes hacer es dividir tus comidas diarias en cinco o seis. De esta manera podrás controlar el hambre y no te excederás al comer.

Mientras crece tu bebé el hígado también recibe lo suyo. Sabes que el hígado juega el papel más importante para el metabolismo. Es el hígado que toma los alimentos que tanto tú como tu bebé necesitarán. Además de retener y eliminar sustancias dañinas.  

El hígado es bien flexible y se va acomodando conforme tu bebé va creciendo. Se encoge y trabaja para ambos a toda velocidad. 

Para mejorar esta condición, no comas con mucha grasa. Si sientes picor en todo el cuerpo, visita a tu médico, pues existe tratamiento. 

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