NOTA: Este artículo no expresa nuestro sentir o forma de pensar. Somos imparciales en este aspecto. En él, le damos la oportunidad de expresar y compartir las ideas o sentimientos de las personas que han tenido esta experiencia. Modere sus comentarios.
Hola:
Mi nombre es Omar y fui evangélico durante 7 años. Bueno, realmente… fui católico cuando pequeño, pero luego anduve por muchas religiones buscando “la verdad”. Incluso, busqué respuestas en grupos gnósticos y cosas de esas pertenecientes a la Nueva Era; y sin querer caí en lo esotérico. No obstante, continué buscando la religión verdadera y, pues no la encontraba.
Estuve un tiempo con los Testigos de Jehová, pero me encuentro que son muy fríos. Además, no estoy de acuerdo con la manera como ven la vida… Entiendo que no viví una vida espiritual plena con ellos. Sinceramente, sentía como que tenía que ser conformista con lo material. Yo veo muy bien el dinero, como un medio… pero no me gustaba el lado conformista y limitado como los Testigos ven al dinero. Además, sentía que adoraba a un Dios castigador: un Dios viejo de hace más de dos mil años; y no a un Dios amoroso, vivo, que es mi padre, no mi verdugo.
Estuve en otras religiones, como la adventista, y la verdad es que me sentía incomodo. En mi opinión son extremistas. Finalmente entré a una religión evangélica en la que me sentía bien y estuve con ellos durante 7 años. Pero me salí y he vuelto a la Iglesia católica porque me disgusté al ir entendiendo que realmente se trataba de una secta; pues cada vez que llegaba alguien al templo, era tratado como una “visita”, y ciertamente discriminaban a la persona porque ellos consideraban que aún no había conocido a Jesús como su Señor y Salvador. Me sentía incomodo porque, por ejemplo, yo los invitaba aún sabiendo que eran de otra religión. Es decir, yo sabía que eran personas que llevaban una buena relación con Jesús, e incluso así, el pastor y los otros les decían que aún no lo conocían y que debían pertenecer a la iglesia para ser salvos. Las personas se ofendían y se sentían rechazadas.
Otra cosa que no me gustaba era que todos manejaban mi vida privada. Es decir, en la Iglesia evangélica nos enterábamos de los detalles de la vida privada de cada uno de los miembros de la bendita iglesia. Y aunque la cosa era “para pedir oración por…”, igual nos enterábamos de sus problemas y, pues algunos, como pecadores al fin, hacían comentarios prejuiciosos.
No obstante, un día llegó a mi pueblo un viejo amigo de la familia, era un sacerdote muy querido y, pues me invitó a ir a la Iglesia católica, a una noche especial de sanación. Esa noche muchas personas fueron sanadas y viví la emoción de sentir un milagro. Yo fui sanado de mi columna vertebral y comencé a vivir la fe católica.
Me puse a estudiar la Biblia y me di cuenta de que la Iglesia católica fue la iglesia que dejó Jesús instaurada, cuando le dijo a Pedro: “…Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella…”. Mateo 16:13-18
También me di cuenta de que -estando en la Iglesia evangélica- más fácilmente te hace un favor desinteresado y honesto un católico, que un evangélico… El evangélico como que te pone condiciones y es interesado.
Entendí que adoramos a un solo Dios. Aprendí que hay una línea muy delgada entre adorar y venerar. Las imágenes, no se les debe adorar. Pero la ignorancia hace que algunas personas católicas caigan en la idolatría. Las imágenes son como fotografías para recordar a un ser querido. Así como la admirable vida cristiana que llevaron estas personas, que en su gran mayoría dedicaron su vida a Dios y debemos tomarlo como ejemplo. Caso que no he visto en ningún evangélico; cuyos pastores andan en autos lujosos, tienen buenas casas y sus hijos van a buenos colegios. He visto sacerdotes pasar hambre, se quitan la comida de la boca y la llevan a la casa de algún necesitado. He visto como la gente le regala cosas como ropa o calzado y veo como ellos se lo dan a quien lo necesita, ya que la gran mayoría hacen voto de humildad y no les importa andar con pantalones remendados.
Otra cosa que me molesta es el trato que le daban a la Virgen en la Iglesia evangélica. La virgen María no es una simple mujer y ya, como muchos las quieren menospreciar: ella fue "La elegida" por Dios. Una mujer llena de gracia que el Señor bendijo entre todas las mujeres. Si no hubiese sido así, cualquier otra mujer hubiese traído al mundo al Mesías: mi madre, mi abuela, tu hermana o tú misma que estás leyendo esto. Sin embargo, ella pudo haberle dicho que no a Dios, pero no lo hizo y eso la hace mucho más especial. Me molesta que se expresen tan feo de la virgen María, la madre de Dios.
Yo fui evangélico, y no quiero volver a serlo. Les pido a mis hermanos evangélicos más respeto hacia la virgen y que dejen de atacar... Porque atacando solo se rebajan a lo que son, una secta en la que la mayoría sólo busca su propio beneficio. Ahora todo el que quiere dinero o trabajo, se va para la iglesia evangélica…
Sinceramente, me disculpan, pero me vale lo que dejen en sus comentarios…
Atentamente,
Omar
El ex evangélico
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