Durante mucho tiempo las sales de baño han sido reconocidas por sus propiedades relajantes y desintoxicantes. Sin embargo, no se trata de las sales de baño comunes, estas son otras. Se trata de una nueva droga emergente popularizada por aquel caso ocurrido en la Florida, en el que un hombre devoró el 80% del rostro de un indigente bajos los efectos de las “sales de baño”.
Esta droga alucinógena contiene químicos parecidos a la anfetamina, como metilendioxipirovalerona (MDPV), provalerona y mefedrona (4-MMC).
Algunos usuarios presentan un comportamiento psicótico como consecuencia del delirio alucinatorio, que puede terminar en hechos de violencia fuera de tono. Es diez veces más potente que la cocaína sintética. Droga con la cual se compara en cuanto a la sensación que se experimenta tras su consumo.
Debido a que acelera el ritmo cardiaco y la presión sanguínea se ve aumentada, otro de los efectos es que conlleva a un intenso calor interno que trae como consecuencia -según lo observado en los altercados- que los usuarios de esta droga se desnuden. Otro efecto secundario es la supresión de las sensaciones de dolor, motivo por el cual bajo los efectos de la droga la persona no reacciona ni se contiene ante las advertencias hechas por los agentes policíacos, como también se ha mostrado en diversas ocasiones.
La agencia antidrogas estadounidense (DEA) la ubica como una droga de diseño tipo fenetilamina, las cuales son muy similares a las anfetaminas.
Esta nueva tendencia que se ha estado popularizando entre adolescentes y se ha constatado en parte por lo accesible que es, pues es comercializada legalmente en internet bajo el pretexto de sales de relajación para el baño.
Desde la aparición de las “sales de baño” las visitas relacionadas con la droga a la sala de emergencias han ido en aumento. Según un informe publicado por la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental (SAMHSA) el uso de esta droga provocó aproximadamente 23,000 visitas a las salas de urgencias de los hospitales estadounidenses en tan solo un año; de los cuales el 67% involucraba el manejo de alguna otra droga siendo su uso combinado con marihuana el responsable del 15% de estos casos.
Actualmente, esta droga se comercializa de manera legal para uso industrial en el ciberespacio. El problema de su consumo sin restricción inmediata reside en el hecho de que su distribución solamente es limitada cuando se constata su consumo como estupefaciente.
La verdad es que los acontecimientos desatados por esta droga son verdaderamente sobrecogedores y más por la manera en que se comenta acerca de los mismos. Pues estos, literalmente, le han puesto rostro a la palabra zombie.
