los niños y el alcohol (página 2)

Entonces, ¿qué debes hacer? Pues sencillamente, si tienes sed, toma agua sin preocuparte. Tu cuerpo te enviará una señal mucho antes de que llegues a una deshidratación. Por eso es bueno que andes con un envase con agua para tomar "cuando sientas sed". 

En caso de que pierdas mucho líquido a causa de una enfermedad, actividad física intensa o sudoración en exceso (lo cual es motivo suficiente para ir al médico), en estos casos si es necesario que tomes muchos líquidos para evitar una deshidratación.

Otras consideraciones:

Es importante el tipo de agua que consumimos. Por ejemplo, según nuevos estudios el consumo de agua mineral bicarbonatada durante las comidas reduce la absorción de triglicéridos y colesterol. Estos estudios coinciden con lo expuesto por un grupo de investigadores españoles del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN), en el que afirman que tomar medio litro de agua carbonatada junto con las comidas reduce hasta un 15% factores de riesgo cardiovascular. Según estos investigadores este tipo de agua contiene cloruro, sodio, anhídrido carbónico, litio y otros electrolitos. Minerales que reducen el pH durante la digestión, haciendo que la vesícula biliar vierta menos bilis en los intestinos, y es por esto que se absorbe una menor cantidad de triglicéridos y colesterol.
En conclusión, recomiendan tomar dos vasos de agua bicarbonatada al día, repartidos entre las comidas principales. Pero no se debe sobrepasar esa cantidad.

Otra cosa importante es que debes tener cuidado con las aguas con débil mineralización. Este tipo de líquidos está recomendado para niños y personas con problemas renales. No obstante, no es buena para los adultos sanos.