¿Por qué a mí? Fue lo primero que pensó Saúl Brockmann, sobreviviente de cáncer.
Saúl siempre se cuidó. Nunca pensó que esto podría pasarle a la edad de 25 años. Y es que Saúl era un hombre saludable al que le gustaba practicar ejercicios: corría, tomaba mucha agua; siempre trataba de estar lo más saludable posible.
Al iniciar el tratamiento contra el cáncer muchos pensamientos negativos lo embargaron: depresión, ansiedad, pensamientos de suicidio. Pero Saúl, no estaba solo, sus padres, familiares, amigos, le ayudaron en todo. No obstante, la lectura de la Biblia y la oración, le sirvieron ciento por ciento en todos los aspectos: tener tiempo con Dios, le distraía y le entretenía. Dios llenó todas sus necesidades durante ese difícil proceso.
"¿Cómo estaba tu fe antes de que supieras del cáncer y ahora después de que has sido declarado libre de cáncer?", le pregunta Hermes Alberto Carvajal, en esta entrevista exclusiva para DiosEsBueno.org
"Mi fe estaba creciendo. Estaba fuerte, como yo lo consideraba, pero después del tratamiento, me sentí más fuerte, más pegado a Dios; con más ganas de buscar su presencia cada día", respondió Saúl, convencido de que Dios, le ayudó en su batalla contra el cáncer.
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