La primera reacción del Vaticano fue muy diplomática: Según los procedimientos particulares previstos para las Partes de la Convención, la Santa Sede toma acto de las Observaciones Conclusivas, (que) serán sometidas a detallados estudios y exámenes con pleno respeto de la Convención en los diferentes ámbitos presentados por el Comité según el derecho y la praxis internacional, así como teniendo en cuenta el debate público interactivo con el Comité que tuvo lugar el pasado 16 de enero de 2014".
"Al parecer ese informe fue preparado antes del encuentro. Probablemente por varias ONG con intereses homosexuales"... Fue lo que quiso decir Silvano Tomasi, observador permanente del Vaticano ante las Naciones Unidas en Ginebra.
El comité de la ONU agarró por sorpresa a la Iglesia católica. Según manifestó el diplomático.
Tomasi enumeró las medidas tomadas durante los últimos años por el Vaticano para resolver este problema. En 2010, Benedicto XVI agilizó los tramites mediante una "legislación de emergencia", la cual permite reducir directamente al estado laico, aquellos sacerdotes cuya culpabilidad sea evidente. Según Tomasi, su sucesor, Francisco, ya ha dado muestras de que va a continuar por este camino.
En el informe de la comisión de Derechos de la Infancia de las Naciones Unidas, dijeron que la Iglesia católica aún no ha puesto en marcha esas medidas para prevenir los abusos sexuales contra los niños. El comité dice que los pasos dados por la Santa Sede son insuficientes. Exigen la destitución inmediata de los sacerdotes y religiosos culpables o que estén bajo sospechas de abuso de menores.
Tomasi dijo que muchas de las afirmaciones del informe de la ONU son "incorrectas". Aclaró: "La Santa Sede responderá, porque es un miembro, un Estado que forma parte de la Convención: la ratificó y pretende observarla, sin anexos ideológicos o imposiciones que van más allá de la Convención misma".
El diplomatico también dijo que en dicho informe se le pide a la Santa Sede a que revise su posición en materia de aborto y familia. "La Convención sobre la protección de los niños en su preámbulo habla de la defensa de la vida y de la protección de los niños antes y después del nacimiento, ¡mientras las recomendaciones que se hacen a la Santa Sede indican que cambie su postura sobre la cuestión del aborto! (...) Me parece una verdadera contradicción con los objetivos fundamentales de la Convención", agregó Tomasi.
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