El consumo de la leche de vaca se ha convertido en un fenómeno cultural. Sea por la cantidad de información que nos venden en las publicidades, o por gusto propio, siempre hemos creído en las bondades que la leche de vaca puede aportar a nuestro cuerpo, y hemos enseñado y aprendido a que debemos tomar al menos 3 vasos de leche de vaca por día para desarrollar una buena salud ósea.
¿Cuántas veces no hemos escuchado decir a doctores que su consumo es recomendado ya que ella tiene calcio, proteínas, vitamina A, D y otros nutrientes?
Somos la única especie de mamíferos que bebe leche de otras especies. Cuando nacemos nos amamantan, y al dejar de amamantar ¿Por qué los humanos sienten la necesidad de seguir bebiendo leche? ¿Por qué la sustituimos con la leche de vaca? La leche materna es muy diferente a la leche de vaca, de cabra o de cualquier otro mamífero, todas tienen distintos componentes, la leche de vaca no es para el consumo humano.
Más allá de las proteínas y vitaminas positivas, la leche de vaca también contiene células de pus, heces, proteínas ácidas de origen animal, que elimina el calcio de los huesos; hormona de crecimiento bovina, grandes cantidades de grasas, calorías y colesterol que son totalmente innecesarios para el cuerpo. Todos estos componentes crean un gran desequilibrio en nuestro cuerpo.
Según estudios que hicieron en el American Journal of Epidemiology, en Harvard, y otros artículos publicados en otras revistas prestigiosas:
La leche de vaca en promedio contiene tres veces más de proteínas que la leche humana, y crea un desequilibrio metabólico que nos lleva a tener problemas en los huesos. Te preguntaras, ¿cómo es esto? Si la leche de vaca tiene tres veces más cantidad de proteína esto debería ser beneficioso para nuestros huesos y su crecimiento, pues sorprendentemente maestros de la ciencia en sus estudios han demostrado que no es así.
Esta cantidad de proteína nos da una gran variedad de efectos negativos, que están relacionados directamente con el consumo de leche de vaca, puesto que esta aumenta la pérdida de calcio en nuestros huesos, cuando consumimos cualquier comida derivada de animales ricos en proteínas como lo es la leche, el PH del cuerpo se vuelve ácido y esto produce una reacción biológica: