Se conoce como asfixia posicional, a la obstrucción de la respiración del niño por la mala posición en la que se les coloca dentro de éstas sillas. Ellos se encorvan sin posibilidad de acomodarse por sus propios medios y en menos de una hora, fallecen o sufren graves accidentes respiratorios.
La familia Dodd perdió a su niño e inmediatamente, con mucho valor, decidieron alertar a los padres para que eviten las sillas de bebés fuera del vehículo. Dentro del automotor, sigue siendo peligroso, pero los cinturones de seguridad bien colocados haciendo que el cuerpecito se mantenga erguido (sentado), es la manera en cómo se debería utilizar el dispositivo. Incluso, si el traslado es largo, se debe detener el carro varias veces para sacar al niño y así descanse de la posición. El riesgo de las sillas de bebés para los retoños de la casa es alto e inminente.
La saturación de oxígeno en los bebés al no ser acostados en superficies planas, ha sido estudiada por infinitos institutos de investigación pediátrica. Los recién nacidos son los más afectados, puesto que ellos son sacados de ambientes líquidos y acuáticos, por lo tanto, no pueden erguirse por sí solos.
En la actualidad, se están implementando almohadas especiales dentro de las sillas. La idea es que los bebés permanezcan sentados durante los recorridos o paseos. Así como también el cambio de formas de las sillas y así, erradicar los grandes porcentajes de menores víctimas de la asfixia posicional.
