2024-05-07

Según el Centro de prensa UNICEF, se define como huérfano a un niño o niña que ha perdido uno o ambos progenitores. De acuerdo con esta definición, en 2005 había más de 132 millones de huérfanos en África subsahariana, Asia, América Latina y el Caribe. 

Sin embargo, esa cifra comprendía no sólo a los niños y niñas que habían perdido ambos padres, sino también a los que habían perdido el padre, pero no la madre y viceversa.

De los más de 132 millones de niños y niñas clasificados como huérfanos, sólo 13 millones habían perdido ambos padres. Existen pruebas convincentes de que, en su gran mayoría, los huérfanos y huérfanas viven con uno de sus progenitores, sus abuelos u otros miembros de su familia. En el 95 % de los casos, se trata de niños y niñas mayores de cinco años.

A esta cifra se le debería sumar la de aquellos niños que son huérfanos de padres vivos. Esos niños que son abandonados y dejados “a la buena de Dios” deambulando por las calles en busca de su sustento. Niños que son violados, maltratados y, en muchos casos hasta asesinados.

No obstante, algunas historias tienen un final feliz. Este es el caso de este joven talentoso llamado Choi Sung-bong. Este joven fue abandonado en un orfanato cuando tenía tres años de edad. Choi es uno de tantos niños prodigiosos, que logran salir adelante con la ayuda de Dios.

Choi escapó del orfanato cuando tenía cinco años, porque era víctima de maltrato: le dieron una paliza entre todos lo que ahí vivían. Desde entonces vivió en las calles de Corea, durmiendo en escaleras y baños públicos durante diez años. Vendiendo chicles y bebidas energéticas para poder subsistir.

A sus 22 años, Choi fue descubierto en un concurso de talentos, tiene una voz de tenedor impresionante. ¿Cómo se sentirían los padres de este joven, si pudieran verlo ahora? Las razones de su abandono, aún son desconocidas. Pero lo importante es que este joven ha logrado cumplir sus sueños de sobresalir y ser un cantante famoso.


Esta es su historia: