Inocencia robada: A los 7 años… me violó mi padrastro

2016-05-12
En Salinas, Bani, República Dominicana, ocurre una extraña mutación en el 1% de su población, la cual hace que los niños nazcan sin penes. Es decir, los testículos no colgantes y sus penes son tan pequeños que parecen grandes clítoris. Sin embargo, estos bebés que nacieron como niñas, al llegar a la pubertad la testosterona hace crecer estos órganos genitales, convirtiendo así a la que se creía una niña en un varón adolescente.




Salinas en una pequeña localidad ubicada al sur de Bani, en la República Dominicana, la cual carece de interés turístico; aunque posee una playa grande, no va mucha gente. También en Salinas se encuentra una mina de sal.



Este es un caso realmente curioso, aunque estos niños han sido criados como niñas, la mayoría de ellos dice sentirse hombre desde un principio y afirman tener gustos heterosexuales.
Esta rara condición hereditaria conocida con el nombre de "Guevedoce" (lo que podría traducirse como 'con pene a los doce años'), ha llamado la atención de prestigiosos programas de televisión.
En los años 70, Julianne Imperato-McGinley, Luis Guerrero, Teofilo Gautier, Ralph E. Peterson, un grupo de investigadores de la Universidad de Cornell, Nueva York, viajó hasta allá para estudiar el caso de los apodados "machihembras".
Los investigadores llegaron a la conclusión de que la razón de esta rara condición es la deficiencia de la enzima 5-alfa reductasa, encargada de convertir la testosterona en dihidrotestosterona (DHT).
Aún con esta explicación la gran mayoría de las personas ajenas a condiciones médicas extrañas como esta, no entienden bien. Verás, cuando esta enzima no funciona bien, el proceso de desarrollo de los órganos genitales se ve alterado, por lo que estos niños nacen con una especie de vagina. No obstante, al llegar la pubertad la producción de testosterona que ocurre entonces, permite la aparición de los genitales masculinos.
Este gran hallazgo médico llamó la atención del gigante farmacéutico Merck, que utilizó esta enzima para crear un medicamento llamado "finasterida" (Proscar), la cual bloquea la acción de la enzima 5-alfa reductasa. Ahora este medicamento se usa como tratamiento contra la hiperplasia de próstata (como las ganas frecuentes de orinar y la dificultad para orinar) , la hipertrofia prostática benigna (HPB, agrandamiento de la próstata); así como también puede reducir las probabilidades de retención urinaria aguda (incapacidad repentina de orinar); también este medicamento actúa contra la calvicie masculina.

Interesante, ¿no? Pero ¿cómo se forma el sexo?

Hasta la octava semana los genes maternos y paternos no promueven la diferenciación entre sexos. Es en esta semana cuando el cromosoma Y de los hombres permite que inicie la formación de los testículos. Para esto, la testosterona llega a una estructura previa denominada tubérculo, en donde se transforma gracias a la acción de la enzima 5-alfa reductasa en dihidrostestosterona. Por su parte, esta es la que permite la formación del pene. Ahora bien, cuando esta hormona falta, tal y como ocurre con las mujeres, el tubérculo se convierte en un clítoris.
¿Entendiste? A ver, en otras palabras: cuando la vida humana se está gestando, las células del nuevo ser que se empieza a formar en el útero materno necesitan órdenes, pero las células de estos niños nacidos como niñas en esa remota región del Caribe, nunca recibieron el mensaje de convertirse en genitales externos masculinos. La testosterona activa los receptores DHT, pero con menor eficacia, pues los machihembras no producen suficiente cantidad; pero este problema se resuelve al llegar la pubertad, ya que la una tempestad de testosterona hace que los receptores se activen para trasformar las supuestas chicas en chicos.
Sí, pero... ¿cómo llegaron a esta conclusión los científicos? Pues buscaron el origen del problema. Es decir, buscaron algo común entre los veinticuatro hombres provenientes de tres familias diferentes e hicieron un árbol genealógico, en el que encontraron un pariente común entre ellos: una mujer llamada Altagracia Carrasco, siete generaciones atrás. Desde ahí concluyeron que se trataba de un origen genético. Una mutación relacionada con la enzima 5-alfa-reductosa. Obvio, ¿no?

El caso de Johny


Johny nació como Felicita. Según fue llegando su pubertad fueron apareciendo sus órganos masculinos.
El ahora Johny cuenta que recuerda que iba a la escuela con un vestidito rojo; también añade que nunca le gustó hacer "cosas de niñas". Johny confiesa: "Cuando me traían juguetes para niñas, nunca los utilizaba. Pero cuando veía un grupo de niños, salía corriendo para jugar pelota".
Johnny cuenta que fue víctima de bullying: "Me decían que era el diablo; cosas feas, palabras sucias y no me quedaba otra cosa que pelear con ellos".
Después de que sus testículos crecieron, Johny manifiesta que ha mantenido relaciones sexuales con mujeres y admite que busca una pareja estable.

El caso de Carla

Carla tiene tan solo siete años. Sólo faltan cinco años para convertirse en Carlos. Su madre dice que cuando Carla cumplió cinco años, notó que cada vez que veía a uno de sus amiguitos, quería pelear. Es decir, la madre percibió que su hija tenía un comportamiento masculino comparada con otras niñas. También sus músculos y pectorales comenzaron a crecer. Claramente podía ver que iba a ser un niño. Sin embargo, concluye:

"Yo la quiero tal y como es, ya sea niña o niño, me da igual".

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