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Minutos después, el esposo de la mujer se acercó a donde estaban ambos y antes de que ella le presentara pudiera decir palabra alguna, su marido reconoció al hombre que estaba con su esposa y le dijo: “¿Señor? ¡Buenas tardes, señor! Veo que ya conoce usted a mi esposa”.
El hombre contestó con mucha educación: “Buenas tardes, señor…”. “Soy Carter, señor”, respondió el esposo.
El marido miró a su mujer y le dijo: “Querida, quiero presentarte a mi jefe. Es el responsable del proyecto de los 100 millones de dólares en el que he estado trabajando”. La mujer quedó en estado de shock por el vuelco de la situación.
El hombre sonrió y dijo: “Bueno, Sr. Carter, me tengo que ir. Tengo muchas cosas importantes que atender. Fue espléndido verlo hoy. Que tenga un excelente día”.
Se despidieron y cada quien tomó su camino.
Después de salir del shock, la mujer preguntó a su esposo, con incredulidad: “¿Ese era tu jefe?” “Sí, cariño. Es bastante humilde, su vida fue muy triste. Dicen que una vez amó a una mujer y le pidió matrimonio, pero que ella lo rechazó porque, por aquel entonces, no tenía dinero. Por eso, él trabajó muy duro para convertirse en alguien tan exitoso. A pesar de que ahora es multimillonario y gana millones de dólares al mes, muchos comentan en el trabajo que no ha podido superar el rechazo de aquella mujer. Por eso sigue soltero.
¿Te imaginas lo que pensaría aquella chica si lo viera ahora? ¡Hubiese tenido mucha suerte!
La mujer no pudo decir ni una palabra más, quedó muda ante su impacto.
Moraleja: La vida y las circunstancias pueden cambiar. Hoy estás arriba y quizás mirando hacia abajo, pero recuerda que algún día puedes mirar hacia arriba. No juzgues a nadie por su condición social. Quizás hoy no tiene dinero, pero mañana, puede tener más que tú.
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