Cambiar sus hábitos alimenticios e iniciar una dieta es la parte más importante en el tratamiento de hígado graso. ¡Tienes que perder grasa!
Bien lo dice el dicho que reza: "Eres lo que comes", definitivamente describe muy bien lo que se dice en este artículo. Los alimentos que usted come, así como lo que usted bebe son los componentes básicos de su cuerpo. Su salud en general (y la salud del hígado concretamente) depende en gran medida de las cosas que ingieres y tomas.
Pero si la persona tiene una buena razón, como alguna enfermedad que depende de lo que usted coma, no le queda de otra que adoptar estos cambios que le harán feliz al ver cambios positivos y significativos.
Y esto es exactamente lo que traemos hoy aquí. Recuerde que el hígado graso es una enfermedad que puede progresar a enfermedades crónicas; por lo tanto, dejar sin tratamiento NO es una opción.
Alimentos que debe ingerir si tiene el hígado graso:
Para mejorar el hígado graso lo que se necesita es reducir el consumo de grasas y azúcares, en sustitución consuma alimentos ricos en fibra y proteínas, así como productos de granos enteros y productos lácteos bajos en grasa, incluyendo hortalizas y verduras, ya que son esenciales en la dieta por su alto contenido en fibras.
La Carne.
En general, la carne es muy buena fuente de proteína, que es parte sumamente importante en los procesos metabólicos y celulares del cuerpo. Sin embargo, si usted tiene hígado graso hay que tener en cuenta que el tipo de carne que come.
Se puede comer mariscos, frijoles y carne magra. Las carnes fritas no son buenas para ti. En su lugar hazla asada o la plancha. No la acompañes de patatas, arroz o pasta. En su lugar acompáñala con verduras o ensalada de vegetales hervidos. Para estar en el lado seguro, sólo comer los platos que se cuecen al vapor o hervidos, y no fritos. La carne también es una buena fuente de vitamina B.
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Las Grasas
En primer lugar, usted tiene que eliminar de su dieta los alimentos con alto contenido de grasas. Diferentes tipos de aceites saludables se pueden utilizar, pero en su justa medida. El objetivo debe ser reducir la grasa a alrededor de 5% o menos. Evite los alimentos con contenido de grasa superior al 10% y alimentos con alto contenido de grasas saturadas.
Bebidas
Evite comprar como refrescos, bebidas energéticas y jugos de frutas procesados. Estos tienen un alto contenido en azúcares que luego se transformarán en grasa. Asimismo, contienen cafeína, lo que te pondrá nervioso y comerás apresuradamente todo lo que cruce en tu camino.
La carne de aves de corral.
Huevos y pollo también son una buena fuente de proteína. Estas fuentes de proteínas también se deben tomar con precaución, quitando la piel cuando beben y no consumir huevos todos los días.
Carbohidratos.
Los carbohidratos deben ser parte de su dieta porque son buenas fuentes de energía. Los cereales integrales, el arroz integral, el pan y la pasta contienen hidratos de carbono complejos, que se recomiendan en la dieta de los pacientes con hígado graso. Evite los carbohidratos simples, como los dulces, y harina blanca. Este tipo no conviene.
Lácteos.
Mayonesa y aderezos para ensaladas incluidas en este grupo; y las ensaladas sí puedes comer toda la que quieras. De la misma manera que otros productos lácteos, utilice la mayonesa con bajo contenido de grasa.
Verduras.
Las verduras siempre deben ser parte de tu dieta diaria, y los pacientes con hígado graso deben comerla más que nunca. Los vegetales contienen ácido fólico, que es muy importante para la salud del hígado. Las ensaladas deben ser frescas e intentar comer sólo aquellas que tienen aderezo bajo en grasas.
La remolacha, la zanahoria y los tomates son uno de los mejores ejemplos de plantas ricas en glutation, una proteína que protege el hígado. Comer estos alimentos puede estimular y mejorar la función del hígado en general.
Frutas.
Frutas cítricas en particular contienen vitaminas esenciales que ayudan a mantener el cuerpo sano. La vitamina c comienza a tener potencial como un tratamiento para hígado graso.
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Sin Duda es un cambio repentino en los hábitos de alimentación, pero no es imposible. La clave consiste en entender por qué estos productos son perjudiciales para el hígado y que, de seguir consumiendo alimentos dañinos, su hígado sufrirá, y, por ende, su salud se verá afectada.