“Ten compasión de mí, oh Dios, conforme a tu gran amor;
conforme a tu inmensa bondad, borra mis transgresiones.
Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado”.
Salmos 51:1-2
Amado Dios, míranos con tus ojos de amor y misericordia; que cada día luchamos, cada día enfrentamos retos, cada día nuestro ánimo es atacado y golpeado por muchos enemigos. Pero en ti hay amor, perdón, consuelo... Y humillarnos ante ti es volver a nacer. Es levantarnos de nuevo. Es abrir nuestros ojos a las grandes bendiciones que están a punto de llegar.
Señor, te amamos,
Amén
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