2017-05-13

 "No recordaba qué hacer, solo sabía que no podía dejarlo morir", dijo. 

La joven mujer notó que algo andaba mal con su bebé, así que detuvo su auto para revisar. Pasó a continuación, no se lo deseo a nadie.  

Pamela Rauseo, de 37, guiaba de regreso a casa con su sobrino de 5 meses, luego de una tarde de diversión. Durante el viaje noto que algo Andaba mal con su sobrino. El bebé parecía no reaccionar. Lo que ocurrió es motivo para volverse loco.

Pamela no tiene hijos propios, por lo que pasar tiempo con su sobrino es algo que valora y le da mucha importancia. 

A su regreso de Florida, Sebastián, el pequeño bebé, empezó a llorar intensamente. Su tía ya sabía que el niño estaba constipado, por lo que pensó que esa era la razón de su llanto. Sin embargo, repentinamente el niño dejó de llorar. El profundo silencio llamó su atención. Enseguida sintió una punzada en su corazón y rápidamente detuvo el auto para revisarlo. Pamela se encontró con lo peor, el bebé no respiraba. 

El bebé se puso azul. "Había perdido el color, estaba flojo, completamente flojo. ¡Fue horrible!", cuenta la mujer.

Pamela pedía ayuda a gritos, mientras acunaba al niño en sus brazos. 

"¡El bebé no respira, no respira!" Gritaba histérica Pamela.

 

"Estaba en estado de pánico. No podía dejar que le pasara algo al bebé. Mi hermana me lo había confiado", agregó.

¿Qué le pasó a Sebastián?

Presa del pánico, apresuradamente Pamela le dio los primeros auxilios al bebé ,y, afortunadamente, logró que volviera a respirar. 

Cuando el doctor revisó al bebé, encontró la razón de por qué el niño había dejado respirar: La mucosidad provocada por la congestión había obstruido las vías respiratorias del bebé, provocando asfixia. Sebastián nació prematuro y tuvo problemas respiratorios al nacer.

Si tu bebé está congestionado, debes limpiar la mucosidad. Por lo general debes utilizar un dispositivo para poder succionar la mucosidad.

Durante el primer año de vida el bebé requiere de mucho cuidado. Extraer la mucosidad de su naricita es sumamente importante. Ya cuando estamos grande lo hacemos de forma natural, al sonar la nariz con un pañuelo. 

Por si no lo sabías, los mocos del bebé le quitan el hambre, interrumpen su sueño e impiden que respire correctamente. Por tanto, extraer la mucosidad es vital durante el primer año.

Cosas que debes saber:

-Debes extraer la mucosidad
Los pediatras recomiendan extraer los mocos succionándolos con un aspirador nasal o introduciendo suero en la nariz del bebé. Obviamente, succionar la mucosidad con un aspirador nasal es recomendable para padres no tan experimentados. Si tu bebé está congestionado, debes realizar el procedimiento a diario para evitar infecciones o una condición más grave. 
-Debes estimular el reflejo de la tos de tu bebé
Los pulmones se pueden limpiar mediante la tos, pero hacer que un bebé tosa Es un poco difícil. Es por esta razón que puedes estimular la tos a través del reflejo que se encuentra en la tráquea (entre el cartílago cricoides y la escotadura esternal). También se le llama tos asistida.
-No le des golpecitos en la espalda 
De acuerdo con los especialistas en fisioterapia respiratoria: Dar golpecitos en la espalda de tu bebé empeora la situación, pues cierra las vías respiratorias, ocasionando un broncoespasmo.

Otras precauciones: 

Si notas alguno de los siguientes síntomas puede ser señal de una complicación respiratoria, debes acudir de inmediato a tu médico:
-Pérdida del apetito.
-Bebé inmóvil, aletargado.
-La piel del bebé torna azulada.
-Silbido al respirar.
-Fiebre.
-Respiración rápida o agitada.
Afortunadamente, esta historia tuvo un final feliz. El bebé supero todo eso y ahora crece sano y fuerte. Esperamos en Dios que nunca se te presente una situación similar a la de Pamela. Sin embargo, menos ya sabes cómo actuar en un caso de emergencia.

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