"Yo amo a mi Dios
porque él escucha mis ruegos.
2 Toda mi vida oraré a él
porque me escucha".
Salmo 116: 1-2
Tal vez en estos momentos las tinieblas de la decepción te rodean. Tal vez las cosas no salieron hoy como las planificaste y el día no fue tan bueno como esperabas. Sin embargo, agradécele al Señor por un día más. Confía en Dios e inclúyelo en tus planes.
Vuelve a iniciar mañana tu día con más ganas, pues el plan de Dios es mucho mejor que el nuestro, deja que Él haga Su voluntad en tu vida hoy, mañana y siempre.
“Descanso en tus brazos, me
entrego a tu paz.
Renueva mis fuerzas,
inspírame al soñar;
que mañana despierte con
Tu Palabra en mi mente.
Confío en tu amor, Señor
omnipotente.
Por otro día de vida tomado
de tu mano. Gracias mi Dios,
¡muchas gracias!”
AMÉN
Hermes Alberto Carvajal