Cuando tuvo la oportunidad de hablar el pasado miércoles en una sesión en un tribunal de los Estados Unidos, este padre se derramó en lágrimas mientras leía una carta que había escrito para el traficante qué provocó la muerte de su hija de 20 años.
La carta contiene un mensaje de perdón y esperanza, y dice así:
“Como una familia, escribimos esta carta para usted a través de los ojos de Cristo. No para condenar, sino para permitir que su condenación transforme su corazón y su vida”, leyó Mike Bailey a Rodríguez Lee Pearson, el traficante.
Leer la carta requirió de mucho valor y humildad que solo podía provenir de lo alto. Pero sobre todo lo más difícil fue enfrentar la situación con los ojos de Cristo. Otro momento duro para el padre de la víctima en el juzgado fue acercarse y estrechar la mano del hombre que terminó con la vida de su hija.
Rodríguez Lee Pearson fue condenado a 20 años de cárcel por haber vendido una sustancia ilegal y fatal a la estudiante Ashlynn Nicole Bailey. La mortal transacción resultó en su muerte en enero de 2016.
“Por el amor de Dios y su gracia somos salvos y perdonados “, continúa diciendo la familia en su carta. “El perdón no corrige un error, pero nos libera de la esclavitud de ese error. También no nos libra de las consecuencias del pecado aquí en la tierra, pero le permite estar bien con Dios mientras camina con usted en ese proceso.
Hemos extendido el perdón a usted por los errores contra nuestra familia, de la misma manera que Cristo perdona nuestros errores, incluso si aún no se lo pedimos. No te odiamos ni te condenamos, pero esperamos que, a través de su fe, busques el perdón de Dios. Oramos para que usted lo busque y camine con Él mientras vive las consecuencias de sus acciones “, señala la carta.
Ashlyn era adicta a las drogas. Sus padres sabían de esta condición, aun cuando la criaron dentro de las enseñanzas del Evangelio. Ella decidió apartarse del redil, a pesar de los esfuerzos de su padre por mantenerla alejada de las drogas. Ashlyn perdió la vida cuando intentó comprar heroína al traficante, pero este le entregó fentanil, un potente analgésico muy parecido a la morfina.
“Cuando miramos hacia atrás, creemos que el diablo usó las drogas para devorar a Ashlynn, porque el diablo sabía que ella sería una gran guerrera cristiana”, cuenta la familia.
Después de la audiencia, se le preguntó al padre qué lo motivó a apretar la mano de aquel hombre que provocó la muerte de su hija. “Un amigo mío me preguntó si era difícil perdonar. Entonces me acordé de las tantas veces que me perdonaron en la vida “, dijo el padre.
"Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo".
Efesios 4:32
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