En el mundo existen personas que aman tanto su trabajo que hacen hasta lo imposible por dejar satisfechos a sus clientes. Hace poco, Kayley Olsson publicó unas imágenes antes y después de una chica que padece de una severa depresión. La joven llegó a sus manos con el cabello enmarañado, y 13 horas después el resultado es IMPRESIONANTE; y lo mejor es que su cambio no fue solo físico, sino también psicológico.
Kayley se convirtió en una peluquera famosa en Iowa, Estados Unidos, luego de publicar las fotos antes y después de esta adolescente, quien tiene años padeciendo una profunda depresión, no tenía ganas de peinarse ni de verse al espejo. Pero hoy su actitud ha cambiado.
"Cuando la adolescente entró a la peluquería me dijo: “Córtalo todo, no puedo lidiar con el dolor de peinarlo”. Luego la joven se llamó a sí misma inútil, dijo la peluquera con ojos llorosos. Entonces, decidió que tenía que hacer algo, no podía ni quería cortar el cabello de la joven. Se dijo a sí misma, “debes arreglarlo, debes trabajar duro para que pueda volver a tener un cabello sano”. Simplemente, este caso le rompió el corazón.
Donante de esperma conoce a sus 19 hijos
La joven tenía que hacerse sus fotos escolares, por lo que el reto era muy duro. Pero su intención era que cuando ella se viera frente a un espejo, viera una joven bonita. Tenía que ayudarla con su depresión.
Kayley y sus colegas peluqueros trabajaron durante 8 horas el primer día. El segundo día les costó 5 horas de trabajo. Desenredaron cada hebra de cabello y la acondicionaron. Las fotos muestran el antes y el después de esta joven.
Cuando se miró al espejo, la reacción de la adolescente afligida por una profunda depresión fue impactante. Su gran sonrisa lo dice todo. Dijo: "Hoy sonreiré para mi foto escolar. Ciertamente, tú me has hecho sentir bien otra vez".
En la foto de antes y después, Kayley escribió: "La depresión afecta a las personas en todo el mundo y en todas las edades. Padres, tomen en serio el problema, no empujen a sus hijos y les digan que superen algo que legítimamente no pueden. Un niño nunca debería sentirse tan inútil, ni siquiera para cepillarse el cabello ".
El gesto de este equipo de peluqueros, y en especial de Kayley, quien fue quien aceptó el reto y les mostró a todos que las cosas, con buena voluntad, pueden cambiar.