“¡Solo sé que le va a encantar! Me lo agradecerá cuando sea mayor”, publicó la madre, Enedina Vance, junto a la foto de su hija. Sin embargo, todo se trató de un experimento en las redes sociales.
La publicación de la madre provocó llamados de alerta a la policía y hasta
amenazas de muerte: la madre subió a su página de Facebook una foto de su bebé, de seis meses, con un piercing en la mejilla.
El comentario en la fotografía agravó aún más las cosas: “¡Solo sé que le va a encantar! Me lo agradecerá cuando sea mayor”, escribió junto a la foto adjunto. Como era de esperar, la imagen generó un gran revuelo entre los usuarios que la criticaron duramente.
A continuación, llegaron las amenazas, pero la respuesta de la madre no variaba y se mostró tajante: “Soy la madre, ella es mi hija, yo haré lo que yo quiera. Yo decido por ella hasta que tenga 18 años. Ya lo hice, soy su dueña. No necesito el permiso de nadie. Creo que es mejor, se ve más linda y yo la prefiero con el hoyuelo perforado”.
No obstante, todo se trataba de un experimento social. La madre publicó la foto, agregando el piercing con photoshop, ya que buscaba ver la reacción de los usuarios ante su comportamiento.
Su experimento tuvo éxito, ya que cautivó la atención de las personas y a raíz de la repercusión que tuvo, Enedina Vance, se vio obligada a escribir un texto explicando lo había hecho.
La razón de su experimento:
Enedina buscaba que los padres vean a sus hijos como seres humanos y los respeten como tales.
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