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Elizabeth Gonzalez-Gann Elizabeth González-Gann, con apenas 11 años de edad, no sintió vergüenza al tener que hacer uso de “el cortito” o azada de mango corto, herramienta que utilizaba cuando trabajaba en los campos agrícolas de los Estados Occidentales.
Al igual que muchos niños inmigrantes de su edad, ella creció con lo imprescindible: sólo con la ropa que llevaba puesta y algo de comida en su estómago.
Hoy en día, González-Gann ha salido de los campos, y con la experiencia que adquirió en ellos, ha logrado construir varios negocios exitosos. Obtuvo su certificación en nutrición, junto a su esposo el Dr. Dietmar Gann, reconocido cardiólogo a nivel nacional, iniciaron juntos el exitoso programa Diet of Hope (Dieta de Esperanza).
Elizabeth González, ha sido reconocida con numerosos premios, entre ellos:
– En el 2007: Premio al Liderazgo Empresarial YWCA.
– 2005-2006: Fue reconocida por la Agencia para el Desarrollo de las Minorías del Departamento de Comercio de Los Estados Unidos (The U.S. Department of Commerce Minority Development) como: Empresaria Nacional Femenina del Año.
– En el 2005: Fue galardonada con el Premio anual Líder en Servicio al Cliente.
– En el 2002: Ganó el “Tucson Hispanic Business Woman of the Year”. Reconocimiento anual a la Mujer Hispana en los Negocios en Tucson.
En una entrevista con beliefnet.com, González-Gann compartió con nosotros las dificultades de crecer y trabajar en el ambiente seco y caliente del campo; mucho antes de que de los derechos de los trabajadores entraran en vigor a finales de los años 60.
¿Qué hay en el corazón de una joven hispana que trabaja en el campo?
Yo tenía once años cuando empecé a trabajar en los campos agrícolas de Arizona y California, recogiendo algodón, desyerbando con la azada de mango corto (el cortito) de 12 pulgadas de largo, (fue prohibido años más tarde). Eso significa, que teníamos que estar agachados todo el día durante más de 8 horas debido al tamaño de la azada.
Mi madre tuvo una vida muy dura criando a 8 hijos, muchas veces como madre soltera. Así que cuando vi a mi madre trabajando en el campo junto a nosotros, los niños pequeños, todo lo que estaba en mi corazón era hacer algo con mi vida para que yo pudiera darle a mi madre una vida mejor.
La experiencia de trabajar duro me ha ayudado a lo largo de toda mi vida adulta. Recuerdo a mi madre cuando me decía: “Si el trabajo no te mata, te hará más fuerte”.
¿Cuál ha sido su sueño o meta más excéntrica o disparatada?
Asistí a una escuela secundaria en California, donde no se esperaba que los hijos de las familias de los agricultores que trabajan en los campos, pudiesen llegar a la universidad.
Yo soñaba con ser abogada, pero me guardé este sueño para mí, porque tenía miedo de que la gente se burlara de mi sueño.
Dejando a un lado el miedo de que se rieran de mí, comencé a tomar cursos en la universidad cuando estaba en la preparatoria. No me fue posible asistir a la universidad inmediatamente después de la escuela, porque tenía que trabajar para ayudar a la familia.
¿Qué significa para usted la palabra “madre” hoy día?
La palabra “madre” para mí significa: amor, fuerza, valor, protectora y proveedora. Mi madre fue la base de nuestra familia, que desinteresadamente se sacrificó por sus hijos. Perdí a mi madre en el 2008; al momento en que ella falleció, esto era lo que ella significaba para mí. Es la imagen que tengo y siempre tendré de mi madre.
¿Qué significa la palabra “padre” para usted hoy?
Significa para mí el amor, la fuerza y la protección. Mi padre no estuvo mucho tiempo cerca mientras yo crecía. Mi madre tuvo que ejercer ambas funciones, la de madre y padre para nosotros. Pero, cuando veo a mis yernos siendo los padres de nuestros nietos, los veo a ellos como padres amorosos, fuertes y protectores.
¿Alguna vez vio usted la falta de recursos como un gran obstáculo para emprender su primer negocio?
Comencé mi negocio en una época en la que las mujeres necesitaban de sus maridos para que estos firmaran conjuntamente con ellas como co-deudores de cualquier préstamo, ya fuere personal o de negocios.
Eso para mi fue un insulto y decidí que eso no me iba a disuadir, y utilicé mis tarjetas de crédito personales para financiar todo lo que pude. A pesar de que mis recursos eran muy limitados y considerando que era madre soltera, mis hijas y yo tuvimos que hacer grandes sacrificios y el poco dinero que entraba del negocio, lo reinvertía.
¿Tiene usted una palabra para aquellos que abandonan la educación?
En una sola palabra “atrofiado”. Es aquel que abandona sus estudios, deja de lado un sinfín de posibilidades. Incluso, después de que tuve éxito en mi negocio. Yo sabía que era importante regresar a la escuela nuevamente. Obtuve mi grado de bachiller y pensé, ¿por qué no ir por mi Maestría en Administración de Negocios? Recientemente, cambié de carrera y regresé a la escuela y me hice consultara de nutrición y co-fundadora de Diet Hope Institute, junto a mi esposo, el Dr. Dietmar Gann.
¿Qué es un “verdadero amigo” para usted?
Un verdadero amigo es aquel que te respeta y se alegra cuando tienes éxito. Es alguien que nos acepta como somos, “ricos o pobres”. Es aquel que nos brinda su tiempo sin esperar nada a cambio.
Si pudiera volver atrás en el tiempo, ¿Qué haría o cambiaría usted en su vida?
Esta es una pregunta difícil, porque no pienso en lo que cambiaría del pasado, más bien pienso en lo que puedo cambiar del futuro. Por supuesto que, todos queremos como dice la canción: “Si hubiera sabido antes lo que se ahora”…
Siempre les digo a mis hijos y a cualquiera que me escuche: “No pierdan el tiempo deseando poder cambiar el pasado, aprendan de él y sigan adelante con sus vida”.
¿Qué existe hoy en el corazón de una mujer exitosa y profesional?
Realización, pero con un renovado sentido de responsabilidad. ¿Cómo puedo inspirar a esos hombres y mujeres jóvenes que sienten que no tienen un futuro por delante?
No importa de qué lado de la vida vengas, puedes tener éxito si pone el corazón en ella. Yo no nací con una cuchara de plata en la boca; es más, francamente nací con un rustico azadón oxidado para desyerbar, porque mis padres eran trabajadores agrícolas. Pero la FE, las metas, el trabajo duro, la determinación, y la actitud son factores claves para el éxito.
Hoy en día, “El dinero”, ¿significa para usted lo mismo que hace muchos años cuando se inició por sí misma en el mundo de los negocios?
Si, y ¡sigo siendo muy frugal!. Yo respeto el dinero y el tiempo que se necesita para ganarlo. Siempre he sido una mujer ahorrativa, si tuviera una moneda de diez centavos, sólo me permitiría gastarme 5 centavos y ahorraría los otros 5 centavos. Y a medida que pasaran los años, ahorraría dinero como si estuviera pagando una factura.
Creo que fueron mi disciplina y mi austeridad las que me ayudaron a triunfar en los negocios. Incluso ahora, mi marido Dietmar, se ríe de mí porque la versión que tengo de derroche es ir de compras a una tienda de descuento.
Creo que debemos enseñarle esto a la generación más joven, este respeto por el dinero.
Permito que consientan a mis nietos siempre y cuando no se conviertan en un “desperdicio”. Aquí es donde los padres y abuelos adquieren un rol importante en la vida de nuestros niños, enseñarles lo que dice el refrán: “El dinero no crece en los árboles”.
Si tuvieras que dar todo lo que posees a una causa, incluyéndote a ti misma, ¿Cuál sería esta?
He sido muy bendecida y con la bendición siento que tengo a la vez una responsabilidad. Yo contribuyo con más de 30 organizaciones, porque yo creo que debemos darnos a los que nos rodean y a nuestros familiares. Cuando digo familia, incluyo a todos aquellas personas que se encuentran en necesidad, y no necesariamente tienen que estar emparentados conmigo. La familia incluye organizaciones de ayuda a los demás.
Mi madre siempre me enseñó, que el amor, la compasión y la caridad empiezan en casa.
Entrevista realizada por Hermes Alberto Carvajal y Adam Campbell