Hoy, la fortaleza que viene de Dios, es tuya; y siempre ha sido tuya. Recuerda que las mentiras del mundo, de los que te acusan, te culpan, te malinterpretan: no determinan tu futuro ni muestran la voluntad de Dios. Él ya ha mostrado su misericordia, su piedad, su amor. Un hombre ciego clamó a Jesús diciendo: “Señor, si quieres puedes sanarme”, y Jesús le contestó: “¡Quiero!”.

Él te ama, él te anhela, él QUIERE bendecirte.

NO, no has ofendido a Dios tanto que él no quiera saber nada de ti. Por el solo hecho de haber mandado a su hijo a pagar por tus culpas, Dios ha mostrado que él quiere tener también contigo una relación de padre e hijo ( o hija).

Nuestros padres terrenales a veces fallaron, o como padres hemos también fallado. A veces no alcanzamos a comprender lo que es el compromiso y la fidelidad de un padre hacia sus hijos, y por eso, no entendemos o mal interpretamos el amor de nuestro Padre celestial. El te protege porque te ama; él te disciplina porque quiere lo mejor para ti; él te pide que esperes un poco más por tu propio bien. Tu no conoces tu futuro, el si lo conoce bien, y él te garantiza que aun viene lo mejor para ti. Lo mejor, para ti.

Escrito por Hermes Alberto Carvajal

Recuérdalo, todos los días, una palabra de fortaleza para ti.

Click en estos 4 bellos mensajes para ti, compartelos 🙂

Oración por
tus finanzas
Un abrazo de amor
y de consuelo
 
¡Mujer
Levántate!
 
Nada
me faltará
 
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