Cuando el hombre y la mujer se unen en matrimonio es porque han decidido vivir sus vidas juntos. La toma de decisiones conlleva también a una gran responsabilidad, ya que los actos de uno perjudican o benefician de manera directa al otro.
Tomar una mala decisión o apresurarse a decidir una situación sin consultar previamente con su cónyuge, puede ser desastroso para el matrimonio. La toma de decisiones, por lo general, se hacen de acuerdo con lo que el cónyuge considera su “zona de autonomía”.
¿Cómo podría mejorar la toma de decisiones en mi matrimonio?
La verdad es que no existe una escuela para matrimonios. Esta preparación nos la da la vida, las tradiciones; las experiencias adquiridas, etc. ¿Qué preparación reciben las parejas al momento de casarse? Algunas optan por tomar cursos prematrimoniales, los cuales son de gran ayuda, pero la gran mayoría vamos al matrimonio sin ninguna preparación. Identificar las causas del problema podría ayudar.
Las causas de la toma de decisiones apresuradas son:
1- El egoísmo.
2- Desconfianza.
3- Poca o mala comunicación de pareja.
4- Temor al qué pensará de nuestra idea el otro cónyuge.
5- Irresponsabilidad.
6- Sentido erróneo de la realidad y pensar que las cosas nunca saldrán mal.
8- Olvido de las consecuencias de una mala decisión y volver a reincidir.
9- No establecer reglas claras antes del matrimonio.
10- Tomar una decisión porque se acabó el tiempo.
11- Inseguridad.
12. Exceso de confianza en sí mismo.
13- Ser impulsivos.
Estas son solo algunas causas que propician la toma apresurada de resoluciones. Aprender a dialogar y negociar con nuestra pareja es importante para lograr tomar buenas decisiones. Busca siempre el equilibrio, tómate tu tiempo, investiga antes de decidir, consulta con alguien que consideres que sabe mejor que tú del tema, y por favor, habla con tu pareja.
Enemigo de tu matrimonio No. 9: La incompatibilidad de caracteres
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