Sin más comentarios, más que el gozo de recordar tiempos cuando nuestra inocencia no ponía diferencias ni límites a nuestros semejantes.
Dios nos permita ver que un día en su presencia, con una nueva inocencia: todos podamos cantar a Jesús… y, ¿por qué no? Tal vez, El Chavo del Ocho nos haga coro allí…
Recuérdalo, todos los días, una palabra de fortaleza para ti.
Click en estos 4 bellos mensajes para ti, compártelos 🙂
Oración por tus finanzas |
Un abrazo de amor y de consuelo |
¡Mujer Levántate! |
Nada me faltará |