El narcotráfico quiso matarme – JESUCRISTO ME SALVO LA VIDA

Una ciudad  secuestrada por el crimen.

Don Nacho nos cuenta ahora: “… ya estábamos hartos, mi esposa y yo de vivir así”.

Cuando tuvimos el sueño de abrir un pequeño restaurante 10 años atrás, no imaginamos que perderíamos el negocio; no por la economía o por la inflación, sino por la gangrena de los extorsionadores que están azotando a nuestro país (México).

El narcotráfico ha sido cuento de todos los días aquí donde vivimos, pero de unos dos años para acá, la plaza se llenó de otros maleantes desconocidos. De repente las detonaciones y los muertos ya no eran de todos los días, sino a toda hora.

Aquí donde vivo, a veces  tres y  hasta cuatro bandas se disputan el terreno: se matan, se asocian, se vuelven a matar entre ellos, se vuelven a unir. Ya no sabe uno ni quién es quién. Y el problema es que ya los narcos locales desaparecieron, ahora puros desconocidos llegan día tras día. Y cuando no tienen nada que hacer, simplemente para sacar dinero para “las cervezas”, se dedican a secuestrar y extorsionar.

Un lunes, después de una semana de muertos y mutilados por toda la ciudad, se aparecen en mi restaurante dos hombres.

A uno le decían el “Guate” y al otro el comandante “Treviño” (yo nunca le vi el uniforme pues, ¿de dónde saca lo de comandante?). El Guate era centroamericano, por el acento obvio, y Treviño era de Coahuila o Nuevo León. Pues así como así se aparecen y me pedían “amablemente que me mochara” , con 500 dólares a la semana, que dizque pa’ protegerme de los “del grupo de los cajetas”…y soltaban la carcajada siempre que lo decían.

Ellos se referían a “los zetas”, poderosa banda formada por desertores del ejército mexicano, que ya estaban empezando a ser temidos en todo el país.

¿Qué? Si ustedes le hacen los mandados a los zetas – les contesté –. Ustedes traen pistolas de agua… y trataba yo de jugar con ellos en tono de broma, pero nervioso y lleno de temor… ¿De dónde iba yo a sacar ese dinero?

 

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No te imaginas lo que sigue. EL NARCOTRÁFICO QUISO MATARME, 2

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