– Consigue una persona que te ayude a realizar las tareas pesadas de la casa, es decir, consigue a alguien que haga los oficios domésticos por ti.
Si no tienes niños pequeños, puedes conseguir a alguien que vaya a ordenar y a limpiar tu casa 2 o 3 veces a la semana. Recuerda, aunque tus hijos sean grandes, debes sacar tiempo para ellos; es vital enterarte de qué están haciendo y qué están pensado hacer.
Si tienes hijos pequeños, contempla la idea de buscarte a alguien que te cuide el niño o la niña en casa mientras trabajas a tiempo completo. Esto es ideal, ya que esta persona puede ir realizando las tareas domesticas en lo que tú estás en la oficina. En ocasiones, esta medida es preferible a dejar tu bebé en una guardería o en casa de tu mamá. Recuerda, lo importante es pasar más tiempo con tu familia y si tienes que llegar del trabajo y ponerte a hacer oficios domésticos, no te permitirá descansar y relajarte con tu familia.