Estas pueden ser maravillosas cuando las utilizamos de forma adecuada, ya que podrían alentar, edificar y darle confianza a nuestra pareja. No tienes idea de la fuerza que tiene una palabra pronunciada en el momento correcto. Créeme que podrías cambiarle la vida a tu esposo.
Pero también, quizás has escuchado la frase que dice:"Tendrás que comerte esas palabras". Puede que te suene un poco drástica esta frase, pero la realidad es que, si no aprendes a comerte tus palabras, lo que digas afectará a tu pareja y te afectará a ti también. Y es que las palabras repercuten en tu salud, cuerpo, mente y espíritu.
¿Te das cuenta de que cada palabra que pronuncias es una semilla? Por esta razón, Jesús dijo:" Y os digo que toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio". Mateo 12:36
Y luego Jesús continúa diciendo:"Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado." Mateo 12:37
Conociendo esto, ya tienes una idea de que lo importante que es tener presente lo que le decimos a nuestra pareja, ya que esto podría definir la calidad de nuestra relación. Sin embargo, por desgracia el hombre, por lo general, habla poco, es menos comunicativo que la mujer. Esto implica el hecho de que la mujer tenga a veces que adivinar para saber en realidad lo que ha pasado. Es en este proceso que hacemos conjeturas -a veces nada acertadas- de lo que piensa o ha dicho nuestra pareja, y es cuando pronunciamos "esas palabras destructivas", que matan nuestro matrimonio.