Tomates:
El follaje y nervaduras contienen alcaloides venenosos.
Es decir, el área cercana al tallo y las hojas de la planta de tomate
contiene que producen trastornos digestivos y excitabilidad
nerviosa.
A pesar de que los tomates son una de las frutas
(porque es una fruta y no un vegetal) más versátiles y populares, ya que posee
mucha vitamina A y C. Así como licopeno, el cual es un carotenoide que le da el
color rojo, y es un tremendo antioxidante, anticancerígeno. El tomate contiene
una sustancia venenosa llamada solanima.
La solanima es la responsable de que haya personas
alérgicas y sensibles al tomate, o a los pimientos y berenjenas.
Pero la solanima tiene su razón de ser: es una
defensa natural de la planta para protegerse de los animales que la consumen.
Ahora bien, los tomates también contienen tomatina
(y no es la fiesta que se celebra en el municipio valenciano de Buñol), que es
el alcaloide del tomate. Un tomate verde puede contener hasta 500 mg de
solanima (o tomatina) por kilo de peso. Pero un tomate maduro sólo tiene 5 mg.
En resumen, a mayor maduración del fruto, menos contenido del alcaloide y más
cantidad de licopeno.
Nota: Nunca, nunca le des de comer tomates a tu
gato, podrías matarlo.