Kurt Cobain tuvo una vida difícil. Su niñez estuvo marcada por un padre muy estricto que le negaba dedicarse a la música, en tanto una enfermedad estomacal sin diagnóstico lo hizo sufrir durante años, hasta que encontró la “cura” que los doctores no le daban, en la heroína. Totalmente adicto después de los 20 años, y ya con la fama a cuestas, Cobain comenzó a caer cada vez más en la droga y en una profunda depresión.
En marzo de 1994, su esposa, Courtney Love, lo encontró en
estado grave, tras una sobredosis de droga y alcohol. Poco después, en abril
del mismo año fue encontrado muerto. Aparentemente, se suicidó con un arma de
fuego.
