Somos llevados en múltiples direcciones y difícilmente las actividades más importantes a realizar durante el día nos llevan a seguir o acercarnos a Jesús como Dios desea. Pero la oración es ponderosa.
A través de nuestro vaivén el Espíritu Santo traduce nuestra oración a nuestro Padre Celestial, quien escucha atentamente. Dios nos da una promesa especial en Salmos 30:5 “Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.”
Si te encuentras en necesidad y estás buscando a Dios, puedes descansar en la seguridad de que Él está junto a ti en el camino. Aquí hay 8 oraciones para aquellos que desean encontrar a Dios.
Ayúdame a verte.
En el mundo de hoy es fácil pensar que sufrimos solos. Pero si te has preguntado dónde está Dios, muchos otros también lo han hecho. Pensamos que las experiencias por las que estamos pasando son más grandes que nosotros mismos, pero olvidamos que esas situaciones son tan pequeñas en comparación a Dios y a quién él es.
Si quieres ver mejor a Dios, haz esta oración: Padre mío, permíteme verte. Atráeme más cerca de ti a través de esta experiencia para que así pueda ver tu rostro como nunca antes lo he hecho. Trae a mi memoria que Tú estás en control y que lo que parece inmenso a mis ojos es diminuto a tus ojos.
Muéstrame lo que deseas que vea.
Dios dirigirá tu camino. Él es el piloto de nuestras vidas. Solo debemos confiar y dirigirnos en la dirección en que Él nos lleva y El enderezará nuestro camino.
Si estás listo para que Dios te muestre el camino por el que desea que transites has esta oración: Amado Dios, muéstrame que deseas que yo aprenda de esta experiencia. Así como un cuarto a oscuras esconde las cosas que nos distraen, quita toda distracción de mi vida que impida el pasar tiempo contigo. Aún en esta oscuridad en que me encuentro, ilumina aquello que deseas mostrarme. Amen.
Dirígeme.
Cuando estás buscando a Dios en tu necesidad de fortaleza, recuerda que Dios es el primer sanador y puede guiarte por caminos interminables. Si tu vida y corazón están centrados en Dios, en su palabra y en su Espíritu, puedes descansar en plena confianza de que el dirigirá tu camino. El principal medio de guianza de Dios es la Biblia. “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.” Juan 3:5.
Si estás listo para confiar en la habilidad de Dios para guiar tu vida, has esta oración: Padre eterno, mientras me levanto hoy, te ruego que Tu poder me dirija, que Tu fuerza me sostenga, y Tu sabiduría me guíe. Que Tus ojos estén sobre mí, Tu mano me proteja y Tu escudo me defienda. Amén.
Fortaléceme.
Dios ha obrado a través de la historia derrotando a Satanás, el infierno y la muerte. El hizo esto a través del evangelio de Jesucristo. Si estás buscando a Dios, debes saber que Él tiene la habilidad de fortalecer tu mente, cuerpo y espíritu si le permites trabajar en tu vida.
Si estás listo para que Dios entre y transforme tu vida desde adentro hacia afuera, has esta oración: Dios del cielo, te pido que fortalezcas mi mente, cuerpo y espíritu hoy. Que en mi sequía pueda ser refrescado por ti. Cuando decaído, que pueda ser renovado. Cuando quebrantado, que pueda ser restaurado. Cuando falte mi fe que puedas llenarme de ella. Oro para que pueda caminar en complete confianza hoy, sabiendo que el Todopoderoso está conmigo. Amén.
Rendirme a Ti.
Si deseas que Dios te dirija de forma que no has conocido antes, El demanda que le permitas ser quien mande en tu vida. Solo podemos hacer esto cuando nos rendimos a Él.
Si estás listo para dejarle el total control a Dios, has esta oración: Amado Padre, rindo cada área de mi mente, deseos y emociones a ti. Elijo tu bondad y fidelidad que no fallan; que la Buena semilla pueda ser plantada en mi vida y haga raíces. Mantenme cerca de ti y dirige mis pasos por el buen camino que has preparado para mí. En el nombre de Jesús, amén.
Gracias por tu protección y dirección.
Cuando estás en necesidad de Fortaleza, una de las mejores cosas que puedes hacer es venir a Dios en busca de su dirección y protección. El guiará tus pasos por delicados pastos.
Si estás listo para aceptar Su guianza y protección, has esta oración: Dios del cielo, hoy vengo ante ti dándote gracias. Gracias por tu cuidado y protección. Gracias por tu guianza y dirección. Gracias por levantarme cuando más bajo me encontraba. Eres un Dios maravilloso y es por ti que elijo vivir y caminar en tu favor. En Tu nombre es que oro, amén.
Ayúdame a conocer el poder de mis palabras.
Nuestras palabras tienen el poder de destruir y de construir. Las palabras hacen más que transmitir mensajes o información; ellas pueden destruir el espíritu de una persona y desalentarle en su caminar, como a la vez, pueden animar a otros a depositar su confianza en Dios y encontrar aliento y fuerza en El.
Si estás listo para bendecir a otros a través de tus palabras, has esta oración: Dios amado, ayúdame a cambiar mis palabras de negatividad e intencionalmente cambiarlas en unas que traigan aliento y consuelo a quien lo necesite. Palabras de fe, de fuerza, de ánimo, de confianza, de paz, felicidad y gozo. Que estos atributos puedan reinar en mi vida. Guíame a reconocer el poder destructivo o constructivo de mis palabras; que puedan solo dar Gloria a Ti. Fortaléceme Dios. En el nombre de tu Hijo Jesús, amén.
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Fortaléceme en mi debilidad.
Dios tiene el poder de equiparnos cuando enfrentamos los retos más grandes y fuertes. Filipenses 2:13 nos dice “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” El da fuerzas al cansado y fortalece al débil. Su poder puede renovar tus fuerzas. Si estás en un estado de agotamiento hoy, sabe que Dios está presente; si estás buscando no tengas miedo de llamarle.
Si estás listo para que Dios cambie el entorno en que te encuentras, has esta oración: Padre nuestro, oro para que Tu fuerza sea renovada en mí. que tu fuerza venza todos mis temores y me fortalezca en medio de mi debilidad. Ayúdame a levantarme y correr la carrera que está frente a mi. Amén.
Dios está disponible en todo momento de nuestras vidas, pero de alguna manera, cuando pasamos momentos duros en nuestras vidas (esos momentos de oscuridad), vemos su rostro más claramente. Le vemos por quién Él es, nuestro proveedor y confianza.
Esos momentos duros de nuestras vidas no son agradables, pero en ellos podemos experimentar la presencia de Dios de manera sobrenatural.