En un principio, una persona que padezca de este trastorno alimentario puede pasar desapercibida, debido a sus "hábitos secretos". Esto hace mucho más difícil el detectar las señales de alerta. Por ello, muchos casos no son diagnosticados por un largo tiempo. Los familiares y amigos, sin embargo, pueden notar síntomas de la bulimia:
- Cuando la persona recurre constantemente a medidas extremas para perder peso, como uso excesivo de pastillas para adelgazar o para orinar.
- La persona que padece bulimia va siempre al baño después de comer.
- Ejercicio excesivo. No importa si está enferma, si hace mal tiempo, si se siente cansada o tiene alguna lesión.
- Cortes y callos en las manos y en el área de los nudillos.
- Depresión. La persona con bulimia pasa menos tiempo con la familia y amigos. Se ve retraído y reservado. Cada día se va aislando más.
- Indicios más sutiles incluyen las mejillas hinchadas o dientes que se ven claros, casi trasparentes.
Si usted sospecha que una persona presenta algunas de estas señales de advertencia de bulimia, aliente a esta persona a buscar ayuda de un médico o un consejero de inmediato. Los efectos a largo plazo de la bulimia pueden ser devastadores.
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