Conclusión
“El Señor que te creó te dice: “No temas, que yo te he libertado, yo te llamé por tu nombre, tú eres mío. Si tienes que pasar por el agua, yo estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti”.
Isaías 43,1-2
Si estás pasando por momentos de depresión: busca ayuda. La ayuda que necesitas la puedes encontrar en tu pastor o en la ayuda profesional. La depresión es una enfermedad que necesita atención inmediata. Examínate, mira cuáles son las áreas de tu vida que debes cambiar. Vincúlate nuevamente a ti mismo. Muchas veces ponemos más atención a los que nos rodean, y nos olvidamos de que también nos debemos atención. Si estás deprimido, quiere decir que te encuentras desvinculado o desvinculada de ti: ¡encuéntrate! Busca dentro de ti y pregúntale a Dios ¿qué necesito cambiar? No temas, si estos aspectos negativos en tu vida pretenden dañarte y hacerte mal. Dios puede liberarte de todo eso. Jesús escucha tus súplicas.