Moisés
Moisés
Moisés fue criado entre sabios egipcios, pero cuando Dios le habló desde la zarza ardiente y envió a Moisés al faraón para sacar de Egipto a su pueblo, Moisés preguntó: — ¿Quién soy yo para ir al faraón y sacar de Egipto a los israelitas? Éxodo 3:10-11
Entonces dijo Moisés: ¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.
Éxodo 4:10
Lo que le ocurrió a Moisés, le ha ocurrido a muchos jóvenes que al igual que él no eran grandes oradores y tenían un tremendo miedo escénico. Pero estos jóvenes son bendecidos por Dios y se convierten en buenos oradores para predicar y participar en las cosas del Señor.
Moisés es un claro ejemplo de timidez y de sentimiento de inferioridad. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que si Moisés fuera todo lo contrario: una persona extrovertida con deseos de demostrar su liderazgo, hubiese sido un problema a la hora de seguir las instrucciones divinas tan minuciosas.