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2024-05-07
Shutterstock.com
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El amor es igual que subirse a una montaña rusa por primera vez; tenemos una idea de qué es lo que va a pasar, pero no de lo que vamos a sentir. Igual que en una montaña rusa, en el amor hay dos cosas que nunca debes hacer y dos que sí, si no quieres salir lastimada.

El miedo a perder a quien amamos paraliza nuestra habilidad de pensar con claridad y entramos en pánico, tratando de analizar qué hicimos mal impulsándonos inmediatamente a tratar compulsivamente de llevar la relación nuevamente al punto en donde todo estaba bien.

¿Qué salió mal y qué es lo que NUNCA debes hacer?

Primero debes entender que en el amor, a menos que le hayas hecho algo literalmente malo a la otra persona, no hay nada que sea tu culpa. El amor es de a dos, y no siempre la persona que amamos nos va a corresponder. Ahora bien, dicho esto, te voy a decir cuáles son los dos errores más comunes y destructivos que cometemos en nuestro afán de recuperar a alguien:

1. Chantajearlos

“Tiene que ver que yo, sí lo puedo hacer feliz, que nadie lo va a tratar cómo yo, que nadie lo va a querer más que yo”, si esto te suena familiar, continúa leyendo. Les voy a dar una fórmula matemática muy simple que a mí me ha ayudado muchísimo a lo largo de la vida a la hora del amor:

A = B

A (Tú) y B (tu pareja) siempre tienen que tener el mismo valor en orden de subsistir como pareja. Si A vale más que B, el equilibrio desaparece. Esto quiere decir que sí un hombre deja de mostrar interés en ti y tú en respuesta le haces regalos, le preparas una cena romántica, le mandas textos a cada rato y él lo único que hace es alejarse más, lo único que estás consiguiendo es que él se pregunte por qué tú no te valoras.

El amor para que sea saludable debe ser de ida y vuelta. Debes confiar en ti misma y valorarte. Si tú no te valoras y muestras que eres capaz de hacer de todo por la persona que amas, aún cuando él no te dé ni la hora, lo único que haces es perder valor con cada acción a la vista de la persona a quien amas.

Si él te llama, tú llamas; si él tiene un detalle, tú tienes otro. Si tú haces algo bueno por él y él no demuestra aprecio o no hace nada para ser recíproco, DETENTE allí. Si a B le interesas, no tardará en darse cuenta de que hasta que su valor no sea igual que el tuyo (A), no habrá relación.

2. Decirle te amo, te amo, te amo

Siguiendo con nuestra fórmula original, NO exageremos en decirles lo mucho que los amamos y cómo no podemos vivir sin ello. Lo que sí puedes hacer es resaltar el aprecio que tienes por las cosas que él ha hecho por ti o por pasarla bien juntos, pero siempre con moderación.

Si nada de esto ha funcionado, y aún sientes que él se sigue alejando, entonces estas son las 2 cosas que DEBES hacer:

1. Relájate

Yo tenía un amigo que siempre me decía: Relájate, y a mí me crispaba peor los nervios. Al igual que él, mi consejo es que se relajen. Y yo sé que decirlo es mucho más fácil que hacerlo, pero por experiencia propia les puedo decir que, obsesionarse con una persona e invertir todo nuestro tiempo y energía pensando y analizando cómo recuperarlos, es la peor pérdida de tiempo.

Cuando te relajas y dejas que las cosas tomen su curso, todo sale mejor. Cuando no nos relajamos, los sofocamos, no los dejamos pensar por ellos mismos, haciendo que se cansen de nosotras o que tomen la decisión de alejarse precipitadamente y patrocinada por nuestra insistencia.

Si él ya sabe lo que sientes por él y también sabe que estás allí para hacerlo feliz, dale espacio y tiempo. Mi abuela siempre decía: “quien se va sin que lo corran, regresa sin que lo llamen”. ¡Tiempo al tiempo!

2. Nunca dejes de amar a la única persona correcta

La única persona que siempre va a ser la correcta para ti a la hora de amar, es a ti misma. Todas cometemos este error, cuando percibimos que él se puede ir de nuestras vidas, todo se paraliza. Dejamos de preocuparnos por nosotras, a veces hasta dejamos de tomar duchas, y andamos con los ojos hinchados de tanto llorar.

Nada de eso vale la pena. Si recuerdas cuando recién se conocieron tú eras una persona feliz, llena de energía, que se arreglaba y se ponía hermosa. De esa mujer es de la que él se enamoró o quien le atrajo.

Así como nosotras tenemos ese sexto sentido para saber si alguien nos está mintiendo y para muchas otras cosa, los hombres, tienen un sexto sentido para saber cuando nosotras dejamos de amarnos a nosotras mismas, y créanme, no hay nada que aleje a un hombre más rápido de tu lado que tu auto desvalorización.