A la ex actriz de la industria pornografíca, Crystal Bassette, el cristianismo le ha cambiado la vida drásticamente. La hermosa mujer pasó de lucir prendas, mansiones y autos lujosos en Hollywood, a vivir modestamente luego de "descubrir a Dios". Ahora, junto a su esposo, un pastor, ministran una iglesia en Nueva York.
Bassete fue la estrella de unas 100 películas para adultos. Sus ganancias aumentaban cada mes, llegando a ganar unos 30 mil dólares, lo que le permitía vivir una vida cómoda llena de excesos, acorde con la vida que llevaba. Hablamos de una industria que mueve miles de millones de dólares por minuto.
Sus inicios en la industria de la pornografía
Bassette quedó embarazada cuando tenía 16 años. Sola y sin apoyo tuvo que hacerse cargo de su bebé recién nacida, así que comenzó a trabajar. Se trasladó de California del Norte al flamante Hollywood, allí comenzó a modelar y actuar en un club nocturno. Fue en ese club que la "descubrió" un productor de cine porno, quien le hizo una oferta difícil de rechazar. Sin embargo, la ex actriz cuenta que la primera vez que actuó frente a las cámaras pasó horas llorando. Pasó un mes completo sin volver a hacerlo, pero la necesidad le ganó. Bassette tuvo que recurrir a las drogas y el alcohol para poder filmar las escenas.
"Dejaba a mi hija en el colegio por la mañana e iba, grababa y regresaba con ella a casa. Tal y como si tuviera un trabajo regular, de 9 a 5", explica.
La conversión de Bassette
Todo comenzó cuando alguien llamó a su puerta y 10 años como estrella porno terminaron. Ese fue el fin de toda esa actividad, después de su conversión, se dedica por completo a Dios.
"Después de leer la Biblia, quedé hechizada por el espíritu de Jezabel", explica la mujer.
A los 33 años se casó con David, de 26 años, quien es ministro de la iglesia y fue quien la introdujo a la vida espiritual. "Sabía de mi pasado, pues mi hija asiste a su congregación". Ella dice que su esposo es la clase de persona que piensa que lo pasado es pasado. No puedes estar mirando hacia atrás", dice. La pareja se casó y ahora Crystal es madre de dos niños.
Han pasado tres años desde que dejó esa actividad. Ahora Crystal está comprometida con su familia.
Su mensaje final
“Me gustaría que las personas sepan que Dios puede perdonar, no importa cómo sea tu pasado. Deseo que la gente vuelva a Cristo a través de su relación “, predica desde el púlpito la ahora pastora. “Mi pasado me hizo lo que soy hoy, Dios cambió mi vida por completo “, concluyó.
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