En verdad Dios tiene todo el derecho y razones para enojarse con nosotros. Continuamente le fallamos, una y otra vez, somos ovejas negras en Su rebaño. Así como el pueblo de Israel una vez hizo un becerro de oro y lo elevó a la altura de Dios, así nosotros muchas veces le quitamos el lugar que merece Dios en nuestras vidas, y ponemos en Su lugar dioses que hemos creado nosotros mismos.
En Éxodo 32 Dios iba a desencadenar Su ira sobre el pueblo de Israel por el dios que ellos mismos crearon, pero Moisés intervino y le rogó a Dios que tuviera misericordia y no hiciera esto con Su pueblo.
Dios prometió a Abraham que iba a hacer su descendencia numerosa, y aun si destruía al pueblo de Israel, Él cumpliría Su promesa por medio de Moisés. Dios aborrece lo pecadores que somos, tuvo piedad de los israelitas por amor a Moisés. Y hoy el Todopoderoso tiene piedad de nosotros por amor de Su hijo Jesucristo.
Ya me he dado cuenta de que este es un pueblo terco —añadió el Señor, dirigiéndose a Moisés—. Tú no te metas. Yo voy a descargar mi ira sobre ellos, y los voy a destruir. Pero de ti haré una gran nación».
Moisés intentó apaciguar al Señor su Dios, y le suplicó:
—Señor, ¿por qué ha de encenderse tu ira contra este pueblo tuyo, que sacaste de Egipto con gran poder y con mano poderosa? Éxodo 32:9-11
Jesús nos salva de no recibir la ira de Dios
Jesús es nuestro refugio, el salvador que por amor se entregó por nosotros. Dios que es rico en misericordia tomó el lugar de nosotros para salvar a la humanidad. Dios es inmutable, nunca cambia, Él no ha cambiado su decisión de castigar al pecador, Él lo hará.
Dios no puede estar enojado contigo, si aceptaste la salvación por medio de Cristo, Su ira no caerá sobre ti porque ya cayó sobre Cristo. Que bueno es nuestro Dios, siendo nosotros viles pecadores nos ama y decide cubrirnos con Su amor y santidad para poder vernos como Sus hijos, y no como la impureza que somos.
“Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús”. Romanos 3: 24-26
Cómo me aseguro de no recibir la ira de Dios
“Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio”. 2 Pedro 2:9
No debes preocuparte de recibir la ira de Dios si tienes a Cristo y vives como Dios lo manda en Su Palabra. Además de cumplir los diez mandamientos instituidos por nuestro Señor, debemos cumplir el nuevo pacto en Jesucristo, Él nos hizo herederos de Su gracia, abriéndonos el camino hacia el Padre y perdonando nuestros pecados, este es el nuevo pacto.