2022-11-29

La vida continua a pesar de tus errores

Se dice que la vida de un creyente está llena de dolor, tribulación, tristeza y sufrimientos muchas veces insoportable; llena de luchas internas y externas contra la ansiedad, desesperación, dolor y luto. El camino de un seguidor de Cristo parece estar plagado de trampas, batallas que dejan enormes fisuras en nuestra mente y corazón, así como incertidumbre. Pero decir esto no está bien, porque el camino de la justicia es "como la luz del alba, que crece hasta la plenitud del día".

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora,

Que va en aumento hasta que el día es perfecto (Proverbios 4:18.).

El sufrimiento debemos verlo como parte de la vida, y un discípulo de Cristo debe esperar las "reprimendas de la vida". Por su parte, el sufrimiento viene siendo como el sudor tras el esfuerzo en cada batalla por vencer en el nombre de Jesucristo. Por lo tanto, el sufrimiento forma parte de cada uno de nosotros. 

Asumir la responsabilidad de nuestros errores cometidos en el pasado

En algún momento de nuestras vidas, todos hemos dicho y hecho cosas que luego desearíamos no haber hecho. Pero el pasado ya pasó, y no podemos arreglar los errores que cometimos en el pasado. Pero el pasado se acabó, y no podemos volver atrás y arreglar los errores que cometimos. Lo que si podemos hacer es asumir nuestra responsabilidad y buscar la manera de sanar y no volver a incurrir en nuestro pecado.

¿Cómo podemos dejar de cometer los mismos errores? La Biblia es el único lugar donde puedes encontrar la respuesta.

"Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para que seas reconocido justo en tu palabra,"(Salmo 51: 4).  
"Yo les perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado" (Hebreos 8:12).   "No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas"(Isaías 43:18).   "De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,"(Salmo 25:7).

Dios, por su amor, nos perdona después de haber cometido un error y pedir perdón. Muchos de nosotros tenemos problemas porque no sabemos cómo pedir y aceptar el perdón. Pero el Señor quiere que su pueblo viva libre porque lo ha perdonado a través de su amado Hijo, Jesucristo. Ahora tenemos un trabajo que hacer para el Señor, y necesitamos su perdón para hacerlo.

No podemos reparar el daño que nos hicimos a nosotros mismos y a otros en el pasado, pero sí podemos asumir nuestra responsabilidad, sanar y apartarnos de nuestro pecado. Necesitamos sanar y perdonar. Pedir perdón es necesario para comenzar con esta sanación. No es necesario que la otra persona te perdone, Dios te perdona. Debes confiar en esta verdad.

Con el tiempo, tu perseverancia en la fe y tu fidelidad en Aquel que te amó primero, todas las heridas serán sanadas.

Superando tus errores

Aunque admitir que te has equivocado puede hacerte sentir mejor, puede que te cueste ver su valor. Juan Carlos, de 20 años, nos dice: "Hablar a solas, con nuestro Señor, te ayudará. Se siente bien sacarlo de tu mente y corazón y entregar esa carga espantosa a Dios".

Incluso en el trabajo, puede ser difícil hacer lo correcto en ciertos escenarios. Ken Costa escribe en su libro Dios en el trabajo: “Hay opciones correctas e incorrectas. Todas esas palabras inventadas como “inapropiado” y “contraproducente” se utilizan para ocultar la simple verdad moral de que solo hay una forma correcta y otra incorrecta de actuar.

El Espíritu Santo mora en ti y te guía. Solo debes tener comunión con Dios, mantener una hermosa relación en la que tú preguntas y Él, como Padre, te responde.

«Crea en mí un corazón puro, oh Dios, y renueva un espíritu recto dentro de mí» (Salmo 51:10).

Ora, adora, lee Su Palabra y Él te ayudará a superar los errores de tu pasado. Puedes vencer en Cristo.

Recordar tus errores te hará más sabio en el futuro

Sin embargo, nadie tiene siempre la razón. Todos cometemos errores. Como aclara Ken Costa: "Solo nos hacemos más sabio cuando aprendemos de nuestros errores. Algunos lo llaman decepción y empeoran, mientras que otros lo llaman experiencia y mejoran".

Así que la lección es que no solo hay que conquistar lo material para alcanzar tus objetivos, sino también queremos ser bendecidos espiritualmente. Esa es la meta.

Es más, como personas que siguen a Cristo, todos queremos que Él nos bendiga. "Bienaventurados los pobres de espíritu”, dijo Jesús en Mateo 5. ¿Te has preguntado alguna vez qué significa eso y cómo se aplica a ti?

Cuando somos pobres de espíritu, somos bendecidos y felices. Esto no se debe a algo que obtenemos del exterior, ya que este versículo se refiere al reino de los cielos. Las cosas valiosas que obtenemos de la vida son espirituales.

Hoy en día, los creyentes también necesitan ser pobres de espíritu, lo que significa que deben ser humildes y estar vacíos para poder ser llenos de algo nuevo del Señor. Tenemos que ser espiritualmente libres para obtener las bendiciones espirituales del reino de los cielos.

En conclusión

Guardar la Palabra de Sabiduría. Es algo que todo deberíamos hacer. Al final, si sientes decir o hacer algo que no deberías, no te entregues a estos deseos. Huye de estos hábitos que tal vez no puedas dejar de hacer un día, pero con la fuerza que viene del trono de la gracia aprenderás a decir "no, gracias" a aquello que te hace mal, porque tu Señor te ayudará a formar tu carácter, la meta es parecernos a Cristo. Esto es mucho más importante que cualquier placer a corto plazo.

Por último, recuerda siempre lo que dice 2 Corintios 5:17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.