La vida está llena de decisiones. Desde qué ropa usar hasta cómo pasar tu tiempo libre, hay muchas pequeñas decisiones que parecen insignificantes, pero que pueden tener un gran impacto en tu vida. Estas pequeñas elecciones se suman a lo que eres y a lo que valoras como individuo.
Es natural preguntarse: ¿Qué tipo de persona debo ser? ¿Cómo sé si voy en la dirección correcta? ¿Y qué hay que hacer para vivir la vida desde la perspectiva de un creyente? Este artículo se centra en algunas de esas preguntas generales y en cómo pueden responderse alineando nuestra vida con la Palabra de Dios.
Mientras lees este artículo, ten en cuenta que hay más de una manera de responder a estas preguntas. Es posible que desee consultar estas sugerencias antes de tomar cualquier decisión importante y/o comprometerse en la vida. Así como otros recursos que se enumeran al final del artículo para obtener más lecturas y puntos de vista para responder a estas preguntas desde una perspectiva bíblica.
Dios quiere que vivas una vida de abundancia, quiere plenitud para ti
La vida es una serie de experiencias. Estas experiencias son las que nos moldean y nos convierten en lo que somos. Son las cosas que aprendemos sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea. A menudo, no conocemos el verdadero sentido de la vida hasta que experimentamos la pérdida o el dolor.
Por ejemplo, cuando experimentamos una pérdida, podemos ser más conscientes de cómo gastamos nuestro tiempo, de lo que valoramos y de nuestras prioridades. Asimismo, cuando experimentamos dolor, podemos ver más claramente lo destructivas que pueden ser nuestras elecciones.
Entonces, el sentido de la vida es aprender de nuestras experiencias tanto buenas como malas. Cuando vivimos la vida desde esta perspectiva, somos capaces de convertir el dolor en algo significativo y hacer que lo bueno sea una experiencia aún mejor la próxima vez.
Dios quiere que aprendas a discernir, que elijas lo bueno y deseches lo malo.Examinadlo todo; retened lo bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal. 1 Tesalonicenses 5:21-23
Dios quiere que no pierdas el tiempo
¿A qué dedicas la mayor parte de tu tiempo? Si bien podemos ver en las Escrituras que Jesús nos indica que cada día trae su propio afán, debes administrar tu tiempo sabiamente con lo que se te ha dado por gracia. Es decir, de lo que Dios te ha provisto hoy, debes tener cierto orden con lo que has recibido. Debemos ser buenos administradores, incluyendo nuestro tiempo.
Dios es un Dios de orden, por lo que como hijos suyos, debemos imitarlo.
Mira tu vida como un todo y pregúntate: ¿Cuánto tiempo dedico a cosas que son importantes, pero que pueden no serlo en un futuro inmediato? ¿Qué tengo pendiente hacer entro hoy y mañana para tener libre el domingo para ir a la iglesia y pasar tiempo en comunión con Dios?
La administración de tu tiempo en esta vida es importante. Aunque Dios tiene control de todo, la Biblia en Eclesiastés 3.1-4; 11 dice que hay un tiempo para todo.
Dios quiere que utilices tus dones
¿Qué quiere Dios que haga yo? ¿Qué me gusta aprender? ¿Qué me gusta hacer? ¿En qué me gusta ayudar a otras personas?
Dios nos dotó de dones, una vez que hayas identificado un par de estos regalos que Dios te ha dado, pregúntate: ¿Qué tendría que dejar de hacer para dedicarme a esta pasión a tiempo completo? ¿Qué tendría que aprender a hacer mejor? ¿Cómo ayudaría lo que hago en la obra del Señor?
Una vez que tenga una buena idea de lo que tendría que dejar de hacer o aprender a hacer, puede empezar a tomar la decisión de a qué tendría que renunciar o qué tendría que cambiar para perseguir su pasión, porque las cosas de Dios te tienen que apasionar.
Es decir, utiliza tus dones sin temor. Las personas a tu derredor saben en qué eres bueno o buena. Ya sea ser directora de una escuela, enfermera, doctora, mecánico, sea lo que sea debes hacerlo con amor, con pasión y agradecimiento a Dios por haberte dotado de esas habilidades para servirle con tu trabajo.
Dios quiere que conozcas Su plan para tu vida
Para saber lo que Dios quiere de ti, primero tienes que entender su plan para tu vida. Entonces, ¿sabes cuál es el camino que Dios ha trazado para ti? Si tu respuesta es "no", entonces es hora de conocer tu verdadera vocación.
Hay muchas maneras de descubrir tu propósito, pero el mejor lugar para empezar es el consejo del propio Jesús. En Mateo 22 dijo: "Debéis comprender que el reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su jardín. Es la más pequeña de todas las semillas, pero una vez que se convierte en árbol, los pájaros vienen y recogen su fruto, y aparecen las flores, y las vainas verdes están llenas de semillas".
Esto quiere decir que todos estamos destinados a ser jardineros en cada proyecto que emprendamos.
CONOZCAMOS SU SIGNIFICADO SIMBÓLICO
En otras palabras, el Evangelio de Mateo, al adentrarnos en su lenguaje simbólico de lo pequeña que es una semilla de mostaza, nos sumerge en el inicio del Reino de Dios. Es decir, su crecimiento y sus frutos.
El Evangelio de Mateo nos hace conscientes de lo pequeña que es esa chispa de vida que Dios ha plantado en ti y de lo oculta que está, y de los grandes y numerosos que son sus frutos cuando crecemos espiritualmente.
Dios, en su infinita misericordia, ha plantado en ti una semilla tan pequeña como una de mostaza. Está ahí, dentro de ti, germinando silenciosamente. Es una semilla viva, fecunda y llena de vida. Esta semilla crece y se hace más fuerte conforme van pasando los días, los años. Aun cuando sientas que es pequeña sigue creciendo con el fruto de tu trabajo y tu servicio en la obra del Señor.
Es importante tener en cuenta que el Reino de Dios no sigue los criterios del mundo. Podemos trabajar para nuestro hermano sin ver el fruto de nuestro trabajo de inmediato, pero luego te sorprendes al ver los frutos que Dios ha germinado en todos y cada uno de ellos. Así pasa con el mundo, deja que tu semilla, por insignificante que parezca, germine en frutos de respeto, humildad, fraternidad: en un mundo más humano donde todos podamos hacer nidos en sus ramas.
El evangelio de Mateo nos pide que vivamos de acuerdo con los valores de Jesús para lograr la justicia, la dignidad humana y la compasión. Es importante vivir de acuerdo con nuestros valores como creyentes a la luz de nuestras actuales luchas sociales y culturales. Debemos ser sembradores de su Palabra, servidores y hacedores, y dejar que esa semilla crezca y se convierta en un árbol frondoso dentro de ti.
Dios quiere que despiertes y le sigas
Dios es quien guía en la vida de una persona, si esta lo permite. El apóstol en el siguiente versículo nos da un mandamiento imposible de cumplir para nosotros. Veamos lo que dice Efesios 5:14-15
Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo. Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios.
Una persona, por sí misma, no puede despertar de entre los muertos. Por supuesto, Pablo habla de una muerte espiritual, pues aun siendo creyentes andamos por ahí dormidos, inertes. Solo Dios puede despertarnos.
Si estás pensando en qué Dios quiere que hagas con tu vida, ya estás despertando. Dios te está llamando y ha puesto en ti esa interrogante válida para los que estamos teniendo un verdadero despertar espiritual.
MUERTE ESPIRITUAL EXPLICADO
Hay muchas formas de caer en una muerte espiritual: dejas de leer la Biblia, te apartas de las personas que comparten tu fe, te preocupan otras cosas del mundo que crees de alguna forma más urgente que anunciar el evangelio... y así vamos muriendo.
Cuando nos apartamos de las cosas de Dios es como cuando sacas un carbón de las brasas, se va enfriando, hasta que se apaga.
Dios quiere que despiertes de ese sueño espiritual y te dejes guiar por la luz de Cristo. También quiere que andes con sabios e ignores a los insensatos.
Dios quiere transformarte en tu mejor versión
“Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, 10 a fin de que escojáis lo mejor, para que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo; 11 llenos del fruto de justicia que es por medio de Jesucristo, para la gloria y alabanza de Dios”. Filipenses 1:9-11.
Cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón, iniciamos un proceso de transformación sin igual. Comenzamos a recorrer un largo camino en el que buscamos parecernos a Jesús, reflejar su luz al mundo.
Este pasaje habla de la conexión entre los seres humanos y el poder superior, que es Dios. Nos habla de que esta transformación debe llevarnos a relacionarnos con Dios y otros creyentes. Es aquí donde surge una amistad especial, una amistad entre hermanos que buscan el bien del uno para el otro, mientras Dios nos imparte fuerzas para seguir adelante.
Dios quiere que recuerdes que tu nuevo nacimiento en Cristo, te ha unido de una manera especial a Él. Dios quiere que adquieras conocimientos verdaderos y discernimiento para que puedas escoger y tomar mejores decisiones en tu vida.
Conclusión
Hemos visto que Dios quiere que nos conectemos con Él. Quiere que seamos conscientes de nuestra conexión y relación con Él. Quiere que oremos en privado y de manera individual. Pero también quiere que compartamos nuestras oraciones individuales con otros. Además, quiere que leamos la Biblia, que es una colección de guía y verdad.
Estas diversas formas de conectar con Dios nos ayudan a ser más conscientes de nuestra relación con Él y a estar menos distraídos por el caos de la vida. Además, cuando somos conscientes de nuestra conexión con Dios, es menos probable que nos distraigamos con el ruido de la vida. Esto hace que sea más fácil centrarse en lo que realmente importa.
Por lo tanto, lo que Dios quiere que hagas es que reconozca lo importante que es mantener a Dios en el centro de tu vida, para que puedas "ocuparte de tus asuntos" y mantenerte conectado con Él.
Asimismo, cuando descubras para qué has sido creado, no querrás hacer otra cosa. Experimentarás una verdadera sensación de plenitud y paz. Por otro lado, si no pasas a la acción, nunca descubrirás tu verdadero propósito en la vida.
Es importante recordar que tu vocación podría no ser lo que crees que es. Puede que sea algo en lo que nunca habías pensado. Puede que incluso sea algo que ni siquiera creas que es posible. No tengas miedo de cambiar tus planes. Esté dispuesto a buscar algo diferente, y descubrirá algo nuevo y emocionante. Déjate guiar por Dios.