Dios hace y seguirá haciendo milagros en nuestras vidas...
Si alguien peca inadvertidamente e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado. Levítico 5:17
Te preguntarás: ¿Entonces todos seremos enviados al infierno? No, pero es lo que merecemos.
A través de la Palabra podemos ver como en el Antiguo Testamento los judios debían presentar una ofrenda a Dios para ser perdonados. Ahora, en el Nuevo Testamento estas ofrendas no pagan por nuestro perdón ni tienen ningún valor, porque Cristo es el único suficiente salvador, quien pagó por nuestros pecados en la cruz del Calvario.
Dios es inmutable, nunca cambia. Pero no puedes olvidar Sus otros atributos: Santo, Todopoderoso, misericordioso, soberano, amor, …. Justo. ¿Pero qué es exactamente la justicia? La justicia es juzgar respetando la verdad, y, esa verdad es Cristo Jesús.
Efesios 2:8-9 nos dice que somos salvos por gracia, las buenas obras no nos salvan, solo la fe en Cristo, la fe en la verdad. La gracia y misericordia de Dios, la cual nos hace aptos en el amado, presentándonos limpios y sin mancha delante del Padre.
Dios es justo con los que creen en su Hijo.
Podemos afirmar este hecho sin dudarlo, porque Cristo fue juzgado por nosotros y fue quien pagó el castigo de nuestra iniquidad. ¡A Él sea La gloria por siempre!
Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios. 2 Corintios 5:21
Cristo nos regala la vida que no merecemos y lo hizo por amor. Un Dios perfecto que se estimó como menos para la salvar a la humanidad, aunque no lo merecemos porque nuestros corazones van de continuo al mal, y pecan una y otra vez; no tenemos remedio.
Cómo recibir la justicia de la cruz
Para ser ganadores en la cruz de Cristo solo debes creer de corazón, no de palabras, la Biblia nos explica muy claro en Mateo 7:21-23:
No todo el que me dice: “Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos, sino solo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?” Entonces les diré claramente: “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”
Ten mucho cuidado si juegas con el justo juicio de Dios, no debes andar desobedeciendo Sus mandatos pensando que Cristo te salvará,o, pensar que tus acciones te harán más santo delante de los ojos de Dios; si lo ves de ese modo no tienes una fe genuina en la cruz.
Como dijo Pablo:“¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino
bajo la gracia? En ninguna manera.” Romanos 6:15
Antes bien ser siervos de justicia, y, actúen con la verdad, Cristo. No te prestes a los deseos carnales. Cuida tu corazón para que tu fe no se desvanezca con un soplo. Si no tienes tu fe en la resurrección de Cristo y te vales de ti mismo para recibir la salvación, entonces, deberás enfrentar el juicio de Dios. No te juzgará con la verdad de la cruz, sino con la verdad de tu malvado corazón y tus obras muertas.