ARTICULO MERAMENTE INFORMATIVO, POR LO TANTO, NO INCLUYE NUESTRA OPINIÓN AL RESPECTO.
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¿Crees en la vida después de la muerte? Un hombre dice poseer pruebas científicas y afirma que, sí, existe.
El doctor Jeffrey Logan, un oncólogo radiólogo desde hace mucho tiempo de Louisiana, ha escrito un libro titulado “Evidence of the Afterlife: The Science of Near-Death Experiences” (Evidencia de vida después de la muerte: La Ciencia de las Experiencias Cercanas a la Muerte), en el que expone sus hallazgos sobre el caso de Mary Jo Rapini.
Esta experiencia la cambió profundamente y cambió complemente su opinión sobre la vida después de la muerte.
El Dr. Jeffrey ha recolectado miles de historias de personas que han tenido una experiencia cercana a la muerte y ha encontrado consistencias en cada una de esas historias, las cuales lo han ayudado a probar científicamente la existencia de vida en el más allá.
Una de las evidencias más contundentes para este doctor es el hecho de que las personas ciegas de nacimiento han tenido experiencias visuales. El doctor asegura que estas impresiones visuales cercanas a la muerte no tienen nada que ver con la edad de la persona; cada experiencia tiene la misma esencia.
"Mi investigación involucró experiencias de niños pequeños de 5 años y menores, y encontré que sus experiencias cercanas a la muerte, eran absolutamente idénticas a las de los niños mayores y los adultos", dijo el Dr. Long. Agrega que esto sugiere que nada tiene que ver el hecho de que usted sepa o no lo que es una experiencia cercana a la muerte. Tampoco el contenido de esta experiencia no tiene que ver ni con su educación ni con su cultura.
La experiencia cercana a la muerte de la que habla el Dr. Jeffrey Long ofrece una visión diferente de Dios. Este es el caso de Mary Jo Rapini, quien nos cuenta en este video acerca de su experiencia.
Mary Jo afirma que tuvo una experiencia cercana a la muerte tras sufrir un aneurisma, cuando se encontraba en el gimnasio. En abril de 2003 fue llevada al hospital y durante tres días los doctores no pudieron encontrar su aneurisma. Así es que, básicamente estuvo en la sala de cuidados intensivos y solo podían monitorearla.
Luego, a la tercera noche de estar bajo estricta vigilancia médica, Mary Jo se puso muy enferma. Ella recuerda que estaban todos de repente corriendo a su alrededor; insertándole cosas y colocando monitores. Llamaron a su marido y él estaba allí.