Su enfermedad lo ha hecho sufrir discriminación y abandono, pero el Papa cambió su vida
El hombre con neurofibromatosis al que abrazó y besó el papa
Francisco, el italiano Vinicio Riva, dijo que en ese momento sintió como si su
corazón saliera de su cuerpo. El Pontífice le acarició toda la cara y le besó
sin pensarlo, sin saber si era o no contagioso. "Mi enfermedad no es
contagiosa pero él no lo sabía y simplemente lo hizo, me acarició por toda la
cara y mientras tanto yo sentí solo amor", señaló.
Vinicio Riva es de Vicenza, Italia, tiene 53 años y sufre una enfermedad genética denominada neurofibromatosis que ha provocado la aparición de tumores no contagiosos por todo su cuerpo. Y aunque en el momento del encuentro el Papa estuvo completamente en silencio, recuerda que el Papa se acercó y él le besó la mano, pero mientras, el Pontífice, con la otra mano, le acarició su cabeza. Después, le atrajo hacia sí en un fuerte abrazo, besando su cara. "Mi cabeza estaba contra su pecho y sus brazos me envolvían. Sólo duró un minuto pero a mí, fue eterno", dijo.
Riva acudió al Vaticano acompañado por su tía, Caterina Lotto, de 68 años. Ella les ayuda tanto a él como a su hermana, quien también padece la enfermedad pero en menor grado.