Militantes de Al-Shabaab emboscaron un autobús este lunes, pero las cosas no salieron como lo que tenían planeado.
Un grupo de kenianos musulmanes se unieron a los pasajeros cristianos y les dijeron a los atacantes que estaban dispuestos a morir juntos, "se negaron a separarse de los no musulmanes".
Los pasajeros musulmanes, que en su mayoría eran mujeres, dijeron a los militantes islámicos que mataran a todos los pasajeros o se marcharan, dijeron testigos.
El autobús se dirigía a la ciudad de Mandera, cerca de la frontera con Somalia y Etiopía.
El viaje es un de alto riesgo, por seguridad la mayoría de los autobuses viajan con una escolta policial.
En este caso, sin embargo, el coche de la policía se averió y el autobús continuó su viaje, según informó Joseph Nkaissery, secretario del gabinete interior de Kenia.
Unas horas más tarde, los militantes atacaron.
Al-Shabaab es un grupo somalí que los Estados Unidos ha designado como una organización terrorista extranjera. Al Shabaab quiere convertir a Somalia en un estado islámico fundamentalista. Para tales fines Se ha puesto en marcha una serie de ataques en Kenia, desde que las fuerzas kenianas entraron en Somalia para combatir a los extremistas en 2011.
Su objetivo: sembrar la división en las regiones fronterizas de Kenia y Somalia, donde muchas de las personas son étnicamente somalí, explican analistas.
Entre los actos más brutales de Al-Shabaab fue la incursión en Garissa University College en abril que dejó casi 150 muertos. Testigos describieron cómo hombres armados pidieron a los estudiantes que recitaran versos del Corán; los estudiantes que no pudieron hacerlo, fueron asesinados... CONTINÚA EN LA PÁGINA SIGUIENTE